2. Traición

17 2 0
                                    

Llegué a la guarida de los Warriors, si lo pienso bien, suena ridículo. Estacione el auto, esa cosa no me siguió. Entre corriendo, el jefe y los demás están ahí. No es seguro hablarle pero ahora es necesario.

—¿Qué pasó? Espera, no puedes...

—Younha y Jacob nos traicionaron.

Justo termine de decir eso y los nombrados entraron, con 366 y más de él.

—Protegan al jefe —hablé, todos se pusieron delante de él—. Yo lo sacaré de aquí.

—Vámonos.

Tome más armas y granadas, navajas etc. Salí escoltandolo y vigilando un posible ataque. Pero el ataque me llego a mi.

—¡Corra! —saque una navaja y se la encaje a Jacob—. Mataste a Jay.

Lo quite de encima y patee. El sonrió con notable dolor en la cara.

—Él está detrás de ti. Matala.

No quise voltear a verlo, corrí para proteger a mi jefe. Le dispare a Jacob y a Jay... que ya no es él.

—¿A dónde, So Hee? —escuché a Younha. El señor Park se puso frente a mí en modo protector—. Señor Park.

La chica saco una navaja. Yo cargué el arma.

—No hagas esto, Younha, son como hermanas —soltó un quejido.

—Nunca lo fue —el señor cayó y Younha me miro con ira.

Sin pensarlo le dispare.

—So Hee, escuchame —me inque—. Están buscando a mi hijo, por favor, salvalo. Toma mi cartera, ahí hay una foto de mi hijo, por favor, cuidalo.

—¿Qué?

—So Hee, tú misión es cuidar de él, es lo único que pido. Lo buscan por mi culpa, salvalo. Y recuerda, no confíes en nadie.

Asentí, salí corriendo al auto y emprendi viaje al aeropuerto. Acelere y la policía empezó a seguirme. Perderlos es fácil. Tengo que vender el auto y mis armas para ir a Corea del Sur. Sólo el señor Park, Jay, Younha y yo somos coreanos, los demás son americanos. Los perdí y busque un lugar para vender todo.

—So Hee —escuché la voz de Tom—, ¿quién ataco a Warriors?

—Younha y Jacob. Estuvieron jugando e hicieron a unos tipos zombies —se burla de mi, no me cree—. No me creas. Necestio vender esto y esto.

Le mostré mis armas y el auto.

—También un pasaporte

—Sería mucho dinero, So Hee, ¿qué pasó? —lo miré—, ¿es cierto?

—Necesito el pasaporte lo más pronto posible. Vende todo, absolutamente todo, necesito irme. Tengo una nueva misión, la última que me dejo el jefe.

—Entiendo.

(...)

Han pasado algunas horas y ya quiero bajarme del avión. Pero claro, aún no llegamos a Japón, debo tomar dos vuelos. De Estados Unidos a Japón, hacer algunos pendientes ahí, y de Japón a Corea del sur.

Miré una vez más la foto del chico. Es apuesto, mucho. No se parece al señor Park, tal vez se parece más a su madre. Debe ser eso.

—¿Necesita algo? No ha comido nada.

—Ramen —la azafata asintió y se fue.

Tengo demasiado dinero en la tarjeta. No sé lo que implica cuidar de un niño, pero mi deber es hacerlo. Me trajeron lo que pedí, agradecí y empecé a comer.

Deberia investigar más sobre él. Seguramente es Park, pero, ¿Park que? ¿Park Jihyun? ¿Park Chanyeol? Ni idea. O tal vez tengamos los mismos nombres. Que confuso.

(...)

—Al fin llegas —me recibió el tipo de me envió con Park—. Escuchamos todo, ¿cómo son?

—Palidos, ojos desorbitados y rojos. Rápidos, acatan órdenes —dije mientras ponía ropa en la mochila, sólo la que me gusta—. No sé lo que quieren, pero nos atacaron sin razón.

—¿Cómo los encontraron?

—Younha y Jacob nos traicionaron. Esa nueva especie, zombies o como quieras llamarlos, los llaman por números. No sé como matarlos, pero 366 ha respondido bien al tratamiento. Y —tome aire y segundos después lo solté—, Jay también.

—¿Convirtieron a tu novio en eso? ¿Cómo?

—Nos atacaron. Me voy, tengo una última misión por cumplir. Después de eso encontraré a esos desgraciados y los liquidare.

—Tendrás que hacer lo mismo con Jay, él ya no es él —colgué la mochila en mis hombros.

—Lo sé.

Salí del departamento, tome un taxi y le pedí que me llevará al aeropuerto. Es hora de cuidar de un niño.

Inminente [Park JiMin]Where stories live. Discover now