🔫Shadows [Dazai] 0.1

[Capítulo 18]🔫

Capítulo 18: [El último intento de fuga]

—¿Era necesario tanto desastre?

Rando grito mientras corríamos.

—Es mi ultimo adiós para un montón de imbéciles. Tengo que desahogarme.

Luego de inmovilizar las sombras de los guardias, romper la pared y liberar a Rando, ahora se encontraban escapando. El plan era subir a un avión escapar a Europa donde ambos nos separaríamos. Yo quería irme a Bora Bora o algo así de alejado. No estaba segura de cómo mantenerme segura, aún era muy joven y las personas harían preguntas. Sería un tiempo difícil hasta alcanzar una edad en la que era normal ser independiente y estar sola.

—Pensé que te llevabas bien con toda la Port mafia.

—Lo hago de cierta manera, con algunos, pero es mejor dejar ir algo que hace daño, por mucho que te importe. —ignore la mirada de Rando cuando continúe hablando—Eso es amor propio.

Recordé a Chuuya, era mi gran amigo, pero él había hecho su elección y esa elección a la larga le haría daño, si permanecía a su lado también me afectaría. Luego estaba Oda, era muy especial pero ese asunto igualmente terminaría color de hormiga.

En cuanto a Mori, era familia, me corría por las venas la misma sangre. Pero desde siempre impuse un muro para no sentir nada por esta familia. Me harían daño, nada bueno salía de la mafia. Era lógico.

Luego estaba Dazai. No, me negué a pensar en ese sujeto. Su sola compañía parecía corromperme, me estaba perdiendo a su lado.

Tenía que irme.

Por esa razón traje conmigo todo el dinero y objetos de valor que puede, no le dije a nadie y simplemente actúe. 

Llevábamos un tiempo corriendo al aeropuerto. Fue difícil como el infierno encontrar un piloto que estuviera dispuesto a sacarme de Japón, más aún si tenía que tramar sin que nadie se diera cuenta. 

—Mas te vale contarme todo lo que sepas, o te tirare del avión cuando estemos en el cielo. —Le dije apuntando arriba.

—Sera largo. Pero al parecer en nuestro viaje tendremos bastante tiempo.

Me reí cuando el lugar quedaba a la vista. Era un terreno baldío donde un helicóptero esperaba, lo tomaría para que nos llevará a Tokio, luego tomaríamos un avión normal.

Pero mi risa de triunfo se fue apagando cuando una figura fue quedando a la vista.

No conocía al hombre, pero mi desconcierto solo crecía mientras mas nos acercábamos.

Pelo negro oscuro, ojos rojos como un par de brillantes rubíes. ¿Dónde había visto una apariencia similar?

En un espejo.

Ambos, teníamos una apariencia similar. ¿Qué era esto? ¿Quién era ese tipo?

El hombre sonrió en silencio, poniéndome los pelos de punta. 

—Vaya ¿no es interesante?

Pare en seco cuando abrió la boca. Su voz hacía que se me revolviera el estómago. 

—No te creí cuando dijiste que la niña y yo éramos parecidos, pero diantres. ¿No nos vemos iguales?

No hablaba con Rando o conmigo se dirigía a otra persona, que no había notado. Era una niña de alrededor de quince años, tenia las puntas del cabello de color verde, tratando de esconderse en las sombras. Jamás la había visto pero ella parecía conocerme.

¿Quiénes eran todas estas personas entrometidas?

Me concentre con mas detenimiento en ellos cuando el tipo me miro fijamente con burla.

—¿Sera el parecido familiar?

¿Qué quería decir? Mi mente se lleno de todos tipos de pensamientos unos más lógicos y otros terriblemente absurdos.

¿Sera que Mori no era mi padre biológico?

¿Qué clase de loca confabulación era esta?

¿o este tipo siniestro es familiar de mi supuesta madre?

Eso ultimo era lo más lógico. 

Es un poco tarde, pero déjame presentarme. Soy Shige Toshiko, tu tío. —finalizo alegremente para mi creciente horror.

—Que oportuna reunión familiar. ¿Y bien? ¿Qué quieres?

Que apareciera de la nada en mi camino, justo cuando abandonaba la ciudad, sin ningún tipo de pista de que esta persona existía era más que sospechoso.

—Linda sobrina —los ojos rojos del hombre se volvieron afilados y un poco crueles—tienes algo que me pertenece

¿algo que le pertenecía? De que hablaba.

Salte de mi lugar tropezando con mis pies debido a la sorpresa. Rando que había guardado silencio durante toda la dramática escena anterior, se comenzó a retorcer como un gusano.

—¿Qué te sucede?...

—...c-correr...

Me paralice al sentir una sensación demasiado familiar, terrorífica que me hacia temblar.

Oscuridad.

¿Pero cómo?

Rando dijo que era un poder familiar que se trasmitía cuando el anterior dueño fallecía. ¿Cómo este sospechoso tío mío también lo tenía?

—¿Que? ¿Ya no te sientes tan especial? —con una mirada loca y un elegante gesto de su mano, Rando se desplomó en el suelo, no se movía. La chica a su lado grito con espanto, por mi parte trague saliva. 

Era un sujeto peligroso. Nadie mejor que yo era consciente de lo mortal que podía llegar a ser la oscuridad. Y mi querido tío parecía ser muy hábil en su uso.

Cuando retrocedí con cautela, Toshiko se rio dulce.

—Me recuerdas mucho a mi hermana, ella también era una soberbia. Solo por ser la mayor, la lista, la bendecida...pero era una ladrona, ¡me quito lo que era mío!

—¿y que era eso? —no pude evitar preguntarlo, no por verdadera curiosidad, si no que, para ganar tiempo y pensar en algo, porque este no era un encuentro social con buen final. Mis instintos me lo gritaban.

—¿Qué más? El poder, poder sobre la muerte, poder sobre las personas, incluso sobre el mundo. Somos los descendientes de una larga línea de idiotas. Nobles estúpidos, queriendo proteger el objeto más poderoso del universo, ¿sin utilizarlo? ¿no es de tontos?

Eso no sonaba bien, ya sospechaba a qué se refería. 

El libro. 

¿Entonces, había una relación entre mi familia materna y el libro?

¿Como? ¿por qué? y lo más importante ¿qué diablos?

"—Protege el libro"

Toque mi frente con la mano ante el recuerdo de esa voz junto antes de mi muerte. De pronto me sentía muy asustada.

—Natsu, prepárate. —la chica que tenía una mirada ansiosa en su rostro saco con las manos temblorosas un mechón de cabello negro.

Tenía un mal presentimiento.

Lo apretó en un puño cuando una luz la envolvió. Mis labios temblaron cuando la apariencia que adoptó era nada más y nada menos que la mía.

—demonios. 

Esta situación se ponía cada vez peor y peor. 

...

Solo dos capítulos más y terminamos. Y creo que con más dudas que respuestas.