🔫Shadows [Dazai] 0.1

[Capítulo 9]🔫

Capítulo 9: [La decisión]

Los ojos me ardían. Quería  llorar, No sabia si por tristeza o humillación, ¿Las palabras de Dazai? ¿O el despreció de Chuuya?

— ¿Mori-san? — Oda bajo del auto con prisa, me agaché escondiendo el rostro en mis piernas. No quería que viera mis lágrimas, odiaba que me vieran llorar.

Escuche como suspiraba, dudando que hacer por mi. Hasta que sentí como una de sus manos acariciaba mi cabeza, tratando de darme consuelo.

— Mori-san, ¿Quiere hablar? — sus palabras eran como un bálsamo, dulces y agradables. Su mano dio suaves palmadas en mi espalda.

No habia dejado escapar una sola lágrima, pero la amabilidad sincera de Oda fue como abrir el grifo del agua.

Me desarmo.

Para sorpresa de ambos, me arrojé a sus brazos. Llorando como un bebé, aferrando mis dedos a su abrigo con fuerza. Habia construido una gran barrera con Ôgai y Rui, por lo que habia olvidado como se sentía el recibir contención y aliento.

Los brazos calidos de Oda se cerraron a mi alrededor. Olía a cigarrillos y colonia barata, dos cosas desagradables que no me molestaron. Todo lo contrario.

— Mari, puedes llorar todo lo que quieras. Y hablar sobre lo que te hace tan miserable, prometo que nunca te juzgaré

Eso fue todo, mi nombre pronunciado tan tiernamente, ablando mi magullado corazón.

Lloré silenciosamente por lo que pareció una eternidad.

Y así fue como terminamos en un restaurante, donde vendían un delicioso curry. Conmigo soltando una ensalada de palabras incoheretes; un tal Chuuya enojon, un terrible ser humano de nombre Dazai y una hermana entrometida. Tampoco me pinte como una santa, le relate con lujo de detalles lo mentirosa que había sido, y todos los cuentos que habia vendido.

Pero los azules ojos de Oda, cargados de una empatia abrumadora no me condenaron.

— Ya veo — dijo probando un bocado de Curry — ¿Y cuál es el siguiente paso?

Removí sin ganas mi comida, no entendia lo que decía.

— ¿Paso?¿como lo que haré ahora?

— Si.

— Pues nada, no hay siguiente paso.

Oda dejó de mover su cubierto, como sorprendido por algo.

— ¿No es este el momento de irte?

¿Eh? ¿Que clase de espía-guardaespaldas era? El peor del planeta seguro.

— Yo...

Me dejo sin palabras. ¿Debería mandar todo al demonio?¿Volar muy lejos?

— Oda-san, ¿puedo confiar en usted?

¿Quién mas le pediria confianza a un mafioso?¿Sólo yo?

— ¿Y yo?¿Puedo confiar en ti?

— Claro — sonreí apenas ¿Podía confiar en mi? Eso resono en mi cerebro, era lo menos confiable que había.

— ¿Tienes un plan en mente?

Lo apunte con mis palillos, una sonrisa socarrona jugando en mis labios.

— Siempre tengo un AS bajo la manga.

                      (...)

O casi siempre. Me pregunté diez veces si había perdido la cordura, seguramente lo había hecho. Espere paciente entre las sombras del edificio como un animal salvaje esperando al conejo. Ya verían Dazai, Chuuya y Ôgai. Les demostraría lo que era capaz de hacer.