🔫Shadows [Dazai] 0.1

[Capítulo 8]🔫

Capítulo 8: [La niña que no tenía un lugar en el mundo]

— ¿Se encuentra bien?— Oda dobló una rodilla en el suelo para quedar a mi altura, examinandome.

—Mejor que nunca, el subespacio de Rando-san es increíble— en ese precisó instante el ruido de una balacera nos dejó en silencio.

Tiros, y más tiros.

Ya lo sabía, en algún segundo ocurriría. Pero eso no quitaba cuanto detestaba las armas y la violencia.

— Eres muy popular — murmuró Odasaku al de cabello negro, quien no dejaba de tiritar de frío.

— Debe ser GSS. Quieren eliminarme para provocar caos en la Port Mafia.

— Es terrible — me compadecí del hombre quien asintió desganado.

— Muy terrible, pero es mejor que Mori-san no este en medio del fuego cruzado. ¿Quiere venir con nosotros?

Rando camino en dirección de la silla volcada, la enderezó sentándose en ella.

— No es necesario, Dazai-kun debe estar enfrentándose con ellos ahora, no tardará en venir a escuchar mi relato. Como la señorita.

Fruncí el ceño, no quería demostrar mi molestia. Pero esto era demasiado ¿No le importaba que le pasara a Dazai? El objetivo era el, no Dazai ¿Porqué debía enfrentarse con esa gente en lugar de Rando?

Por muy molesta que estuviera, no podía evitar sentir lástima. La gente nunca se preocupaba por el. Su vida era muy solitaria. Había visto como dejaba que se aprovecharán, siendo consciente de las malas intenciones de las personas.

Como yo.

— ¿Dazai-san? — pregunté con rostro compungido. Tragando mi orgullo fingí terror, las cosas que hay que hacer por amistad.

La imagen de Chuuya y yo lejos de la Port Mafia, me ayudó a continuar mi pequeño teatro.

— ¿Sucede algo?

— No puede encontrarme aquí, si me encuentra hablando con usted Rando-san, ¡Estoy acabada!

Un inocente Oda pregunto ante mi dramatismo.

— ¿Por qué?¿Quién es Dazai?

— Se lo suplicó — junte mis manos sobre mi cabeza, alterada— ¡Dejeme esconderme en la casa!¡No tocare nada!

Mentira.

El rostro de Rando tenía mil dudas dibujadas en el, pero me dio un gesto positivo ante mi petición.

— Claro, Mori-san.

No espere más. Me escabullí en las habitaciones más profundas de la mansión con Oda siguiendome el pasó.

— ¿Quien es Dazai?

— Es como el hijo favorito de papá — le informé con sarcasmo.

— ¿Su hermano?

— ¡No! — Mi pequeño gusto culpable por Dazai, era mi secreto oscuro.

Pero eso era otro asunto, enterrado y olvidado. De mi vida anterior, que murió pocos días despues de conocerlo en carne y hueso.

Pero la palabra hermano junto al nombre de Dazai me daba náuseas.

Llegamos a lo que parecía la oficina privada de Rando.

Tenia seguro.

— ¿Puede dispararle al cerrojo?

— ¿Al cerrojo?