Punto y Aparte ; Remus Lupin

Capítulo 8

𝚈𝚊 𝚗𝚘 𝚝𝚎𝚗𝚍𝚛𝚎𝚖𝚘𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚖𝚙𝚎𝚣𝚊𝚛 𝚍𝚎 𝚌𝚎𝚛𝚘.

El fin de semana llegó volando y Remus agradecía las horas de sueño extra que podía tener esos días. Nightwig, su lechuza, le despertó acariciando la mejilla de su dueño con su pico. Remus abrió lentamente los ojos y miró ese plumaje gris que tanto le gustaba.

– Buenos días, Night.– dijo susurrando Remus mientras le acariciaba. Miró el pico y vio como dejaba un paquete en la cama.– Hey, ¿qué tienes ahí?

Se lo retiró suavemente e intentando no despertar a sus compañeros de habitación, lo abrió. Dentro tenía una nota de su madre.

"Hola, cielo. El otro día salió el disco y sé lo mucho que lo querías así que corrí a la tienda más cercana y te pillé una cinta. Ha costado lo suyo, pero aquí lo tienes.

Te quiere, mamá."

Sonrió, miró dentro del paquete y lo vio: "Night at the opera" de Queen. Tenía ganas de soltar un grito de emoción pero tuvo que retenerlo. Quería correr a la habitación de Sky y escucharlo con ella, pero recordó que no era el momento.

Llevaban varias semanas sin hablarse y aunque el licántropo estaba molesto, la extrañaba mucho. Pero el orgullo ganaba, en eso se parecían mucho los dos.

Dejó la cinta en la mesita de noche y miró el reloj: 9:36. Se levantó y se acercó a la cama de James. Agarró el pie del edredón y lo quitó con brusquedad, haciendo que el animago se despertase de un sobresalto.

– ¡Joder, tío! No me despiertes así.– volvió a coger el edredón, pero esta vez se tapó hasta la cabeza.

– Venga, u os despertáis o no desayunamos.– volvió a hacer lo mismo con Peter, quien ni se inmutó. Sirius, sin embargo, ya se estaba colocando las zapatillas.

– Vamos, Pete. Que me quedo sin café.– Sirius lo zarandeó a lo que Peter se quejó.– Yo me quedo sin café y tú sin bollos, ambos perdemos.– amenazó Sirius al ver que no recibía respuesta más allá de gimoteos.

Peter logró reaccionar a esa advertencia, colocándose unas zapatillas sin siquiera molestarse en cambiarse de ropa. Pero era sábado y en los fines de semana era normal ver a algunas personas en pijama frecuentando por los pasillos del castillo en las mañanas.

– A veces no os soporto.– decía Peter abriendo la puerta y saliendo por esta.

(...)

La mañana transcurrió rápido. Remus se encontraba escuchando "Bohemian Rhapsody" mientras terminaba algunos cálculos de Astrología. El disco estaba acabando y simplemente le parecía maravilloso. Queen siempre había sido su vía de escape cuando pensaba en la luna llena.

Se encontraba solo en la sala común de Gryffindor, disfrutando de la chimenea para sí mismo. Hacía muchísimo frío y los jardines de Hogwarts estaban pintados de blanco. A la gente le gustaba disfrutar de la nieve y él decidió hacer el sacrificio de quedarse a terminar algunas tareas.

El retrato de la Dama Gorda se abrió dejando ver a Serena Brown entrando por la puerta. Se quitó el gorro que llevaba, soltando su bonito pelo rubio al descubierto. Remus le sonrió y le hizo señas para que se sentara a su lado.

– Hola, bonito.– saludó, dejando un casto beso en los labios del licántropo.– ¿Qué estás estudiando?– miró los apuntes de su novio e hizo una mueca.– Ahg, odio Astrología.