¿Podrías?

214 24 0
                                    

Jungkook's phone;

Jungkook's phone;

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

•••

Totalmente resignado el alfa subió a la habitación de su ex pareja. Estaba molesto, no solo por lo que había dicho hace unos días, sino porque estaba disfrutando con los demás y lamentablemente, de alguna u otra forma seguía siendo débil ante lo que pedía. Ni siquiera se había percatado cuando el omega se había ido, simplemente lo había ignorado olímpicamente desde hace un tiempo ya, pero aún así ahí iba, detrás de él. Había tenido la mejor racha de toda su vida, pero siempre era Jimin el que decidía cuando terminaba.

Abrió la puerta con cuidado, sin verdadero éxito, puso un poco más de fuerza como segundo intento y se escuchó un quejido por su acción. Jimin estaba sentado justo delante de la puerta.

—Muévete.

—¿Me vas a gritar?

—Nunca te grito, tú me gritas a mi.

—No me correré entonces.

—Bien, me voy— Tampoco iba a insistir.

Cerrando la puerta de golpe volvió a dirigirse por donde venía, en segundos, la puerta que intentó abrir antes ya no estaba más como barrera, el omega corrió para tomarle del brazo, impidiéndole seguir.

—Suéltame Jimin.

—No.

—Solo vine a ver cómo estabas, solo vete a acostarte.

Al darle la espalda, le dió permiso al rubio para abrazarle por detrás, y aunque la situación lo sorprendió bastante estaba decidido a no caer.
Las manos del más bajo abrazaron con fuerza su parte abdominal, el pequeño rostro estaba completamente enterrado en su espalda y no tuvo de otra que parar, esperando a que dijera algo.

—Sé que no quieres escucharme.

—No, realmente no quiero.

—Pero dijimos que íbamos a intentar estar bien.

—No me manipules.

—No te estoy manipulando— Presionó más su cuerpo. —Solo no quiero que me ignores.

La paciencia de Jungkook se estaba acabando, aunque si era sincero, eso definitivamente se veía como si de todos modos le diera otra oportunidad.

—Claro... ahora resulta que no quieres que te ignore.

—Es que eso no era a lo que me refería.

—A mi me quedó bastante claro desde hace mucho tiempo Jimin.

Silencio, el pequeño borracho parecía pensarse el que decir. —Eso tampoco es como tú crees.

—Entonces, dime eso.

—No estoy listo.

—Suéltame, estoy harto de esto— Con cuidado intentó apartar los brazos del otro, pero estaba poniendo una fuerza impresionante en el agarre y aún así, aunque le parecía imposible todo eso, le suplicó. —Por favor suéltame.

—Lo siento...— Cuando por fin quitó fuerza, el omega comenzó a hipar inesperadamente. —De verdad lo lamento tanto. No quería que por mi causa sufrieras, de verdad no deseo que pienses que te odio.

—No llores— Y es que de verdad, era su debilidad. Jungkook se volteó para quedar de frente, mirándole y queriendo llorar también, seguramente el licor se le había subido también, o al menos eso quería creer para justificar todo eso. Estaba cansado y dolido.

—He sido inseguro, lo sé y lo admito. Pero te juro que no dije eso porque te deseché, como crees...— Volvió a recostarse en el alfa, esta vez en su pecho, su mano lo acompañó en el acto acariciando gentilmente el área. —No quiero ser una carga para ti, ni hacer las cosas raras, mucho menos deseo que creas que por ser el padre de tus hijos me debes algo.

—Me parece grosero que pienses así, estuvimos juntos mucho tiempo y si yo quiero ayudarte, lo hago de corazón.

—Lo entiendo y por eso mismo no quiero. Estás haciendo un buen trabajo, sé el padre de mis cachorros y ya está, no necesitas ser algo importante para mi, hacer cosas importantes para mi, no te desgastes en eso.

—¿Ya se te pasó el alcohol?

—Un poco, pero no cortes la conversación.

Jungkook jaló al omega habitación dentro, Jimin se sorprendió un poco y todavía mareado esperó pacientemente sentado en la cama. El alfa lo miró desde arriba, le había pedido que se acostara pero no hizo caso. Y es que se veía bonito, con las luces de afuera entrando por la ventana, la cara mojada por las pocas lágrimas que había derramando segundos atrás y sus preciosos labios abultados. No recuerda antes de dormirse como hizo para que ambos terminaran en la cama bajo cobijas, pero ambos se quedaron ahí, principalmente porque esperaban que alguno siguiera con la conversación.

—Solo... quiero que sepas que no me desgasto en eso. Fuiste mi novio mucho tiempo e independientemente de la forma en como terminamos, aún siento que debo ser amable contigo.

—Pero no tienes que recogerme al trabajo, eso hacen las parejas o los amigos muy cercanos y no lo somos.

—Exageras tantooo

—Quizás— El rubio volteó su rostro mirando el perfil del otro, casi como de película, las mismas luces que lo iluminaron antes ahora alumbraban perfectamente el rostro del alfa, y después de mucho tiempo, no quiso apartar la mirada. —No quiero hacerte daño.

Una risita algo repugnante relució por toda la habitación, el corazón de Jimin se estrujó, si se pudiera decir de forma realista, fue como si de un paño con agua se tratase. —Cuando tenías una panza enorme y vivíamos en los apartamentos en los que el ascensor nunca servía, te intenté ayudar a subir las escaleras ¿recuerdas? Te faltaban dos semanas y ahí estabas de terco, diciendo que podías solo y que no me necesitabas. Recuerdo que tomé el tren a casa, llegué algo tarde, pero mamá estaba esperándome en la sala, y yo me abalancé a ella llorando como nunca antes, porqué tú... si pudiste subir esas malditas escaleras sin mi.

—Jungkook...

—Sé que siempre evitaste a toda costa que yo hiciera cosas por ti, pero te amaba Minnie y tú solo me alejabas más.

—No sé qué decir, no quería que llegara tan lejos, yo... ¿Te hice sentir como si nos bastaras? ¿Cómo si no te necesitara?— Soltó, con un nudo en la garganta, cargado de culpa, cargado de todo lo que hasta ahora no había querido decir. Las lágrimas del alfa corrieron por sus mejillas, dándole la razón. Jimin se apresuró en acercarse, su mano fue directo al cabello del otro, acariciandole como si eso fuera suficiente para pedir perdón, no lo era. —Yo jamás quise que te sintieras así, mucho menos ahora. Lamento que mi forma de ser te haya hecho sentir todo eso.

Silencio, lo entendió y quería creérselo, pero se permitió llorar porque aún dolía, dolía aunque la voz dulce de quién amó alguna vez parecía igual de lastimada.

Dejó que el omega metiera su cabeza en su cuello, y que su nariz acariciara sutilmente el área en busca de tranquilizarle, dejó que lo abrazara y que le acariciara, se dejó hacer porque realmente quería aceptar esas disculpas. Pero era tan difícil.

—¿Podrías perdonarme el hecho de que aún no estoy listo para decirte cómo fue en verdad? ¿Podrías?— Sollozó el más pequeño después de pedirle semejante cosa, sabía que era demasiado pero lo necesitaba. —Tu mereces saber, mereces sanar. Pero ¿Podrías esperar un poco más?

Todas las cosas que hice~ km;Where stories live. Discover now