ocho

1K 127 19
                                    

Los seis chicos se encontraban ya en la entrada del acuario al que habían decidido ir, los menores estaban encantados con la idea, a Jake y Ni-ki se les hacía algo romántico, mientras que Jungwon pensaba que era la única oportunidad que tendría de visitar uno. Debido a que no gastó el dinero que iba a usar con sus amigos el día del cine, tenía un poco más para gastar.

ㅡEntonces nos encontraremos aquí al terminar el díaㅡdijo Sunghoon mirando la hora de su celularㅡCualquier cosa nos estaremos hablando.

ㅡMe parece perfectoㅡsonrió Sunoo, tomando la mano del rubio para adentrarse al acuario sin siquiera despedirse.

Sunghon y Jake imitaron tal acto, dejando a Jungwon y Jay solos otra vez, pero el castaño se sentía un poco más confiado, decidió que no iba a sentirse intimidado por el mayor a su lado.

ㅡ¡Vamos!ㅡexclamó emocionado, teniendo el atrevimiento de tomar la muñeca de Jay para llevarlo dentro del lugar.

ㅡ¿Hacia dónde vamos? ¿Conoces el lugar?

ㅡPara nadaㅡsonrió con mucha emociónㅡPero cualquier lugar estaría bien, ¿no crees? Hay muchas que ver.

ㅡSupongoㅡse encogió de hombro, vio la mano de Jungwon alrededor de su muñeca y se soltó.

ㅡLo sientoㅡdijo Jungwon, pero se sorprendió al sentir que Jay había entrelazado sus manos. Lo miró confundido.

ㅡNo quiero que vayas a perderte, después tendría que buscarte y de seguro te encontraría llorandoㅡafirmó su agarre, quitandole la posibilidad de que quitara su mano.

Jungwon no se opuso, simplemente escondió una pequeña sonrisa que se escapó de sus labios, sintiendo su corazón golpear con fuerza y su estómago revolverse por la emoción. ¿Cómo un chico tan guapo como Jay quería tomar su mano? No lo sabía, pero una cosa estaba clara: No iba a soltarse.

Durante el recorrido, Jay se dió cuenta que Jungwon era un chico que se sorprendía fácilmente, no paraba de emitir sonidos de sorpresa por cada pasillo, asombrado con todo a su alrededor, y era entendible, de seguro no salía mucho y no tenía la posibilidad de visitar muchos sitios, pero le gustaba la sensación de estar con él en ese momento, viendo como descubría el lugar.

ㅡ¡Jay, mira!ㅡseñaló un bonito pez a través del cristal, estaba nadando de un lado a otro mientras Jungwon lo seguía casi pegado al cristalㅡEs tan bonitoㅡmurmuró con fascinación.

ㅡMuy bonito, siㅡrepitió Jay, con la diferencia de que no estaba viendo lo que el menor le señalaba, sino que lo estaba viendo a él, sintiendo sus manos cosquillear ante el tacto de ambas manos entrelazadas.

Jungwon lo miró y se dió cuenta que lo estaba viendo, se sintió avergonzado porque quizás pensaba que era un chico raro que se emocionaba con cosas simples.

ㅡLo siento, te he estado arrastrando a todos lados y no has decidido tú hacia donde quieres ir.

ㅡVoy hacia donde tú quieras, no te preocupesㅡsonó cálido, como si estuviera bajo el efecto de algún tranquilizante.

El menor lo miró con sospecha, nunca actuaba de esa manera, por lo menos no con él, pero no iba a decirle nada, no se arriesgaría a que sacara su lado gruñón de nuevo, ese Jay le gustaba un poquito más.

Pasó alrededor de una media hora cuando el estómago de Jungwon empezó a rugir con hambre, echó un vistazo a su alrededor con la esperanza de encontrarse con algún tipo de vendedor de dulces o algo que pudiera comer mientras tanto, pero no encontró nada.

ㅡ¿Por qué el puchero?ㅡpreguntó Jay al fijarse en su expresión.

ㅡNo es nadaㅡnegó, ignorando los rugidos de su estómago.

cookiesWhere stories live. Discover now