once

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Jungwon miraba con orgullo su trabajo, agregar los cupcakes a su venta había sido una gran idea.

Caminó hasta la casa de los Park con una sonrisa satisfactoria en sus labios, había guardado algo para cierto rubio que últimamente había estado siendo muy amable con él; también quería agradecerle por haberlo visitado hace un par de días cuando enfermó.

Peinó un poco su cabello y tocó la puerta, respiró hondo y sonrió. Segundos después, una mujer apareció en el marco de la puerta, regalándole una brillante sonrisa.

ㅡ¡Jungwon! Cariño.

ㅡ¡Señora Park!ㅡse sorprendió, tenía tiempo de no verla.

ㅡ¿Cómo has estado? ¿Tu mamá ha estado bien?ㅡpreguntó, causando que el menor se tensara de inmediato, aunque sabía que no lo hacía con mala intención, la señora Park siempre le decía que podia contar con ella a pesar de no saber exactamente la situación, sabía de algunos rumores, pero tampoco quería preguntar, solo sabía por él que su mamá estaba enferma, y nada más.

ㅡElla está bien, tratando de mejorarㅡvolvió a sonreír.

ㅡMe alegro, cielo. ¿Traes algo para comprar?

ㅡ¡Sí!ㅡsacó las galletas ordenadamente guardadas en bolsitas decoradasㅡTengo estas.

ㅡ¿Vendes cupcakes?ㅡmiró el pastelito con curiosidad.

ㅡSí, pero este no está en ventaㅡse avergonzóㅡ¡Puedo traerle mañana si quiere!ㅡse apresuró a decir.

ㅡPerfectoㅡle sonrió con dulzuraㅡDame todas las que tengasㅡpidió.

Jungwon asintió y se las entregó, la señora se despidió y estaba apunto de cerrar la puerta hasta que recordó la otra razón por la que había ido.

ㅡ¡Espere! ¿Está Jay?ㅡse sonrojó levemente, apartando su mirada de la mirada sospechosa de la mujer.

ㅡSi, está en su habitación, ¿quieres subir?

ㅡ¿N-no puede bajar él?

ㅡNo seas tímido, cariño, subeㅡtomó su brazo y lo empujó a las escaleras.

Jungwon sonrió avergonzado y subió, pareciendole demasiado extraño la manera tan confianzuda de dejarlo entrar. No sabía que habitación era, pero una enorme "J" pegada en una de las puertas rápidamente lo hizo caer en cuenta que ahí era. Se atrevió a abrir la puerta de manera sigilosa, asomó un poco la cabeza y se encontró con Jay durmiendo. Sonrió ante la tierna imagen del mayor, tan pacífico y con su expresión suavizada, su ceño no estaba fruncido y sus labios formaban un pequeño puchero.

No sabía si debía despertarlo, pero no podía quedarse demasiado tiempo tampoco, así que se acercó con sigilo hasta la orilla de la cama y con delicadeza empezó a moverlo; a los segundos vió como el mayor abría poco a poco los ojos con expresión somnolienta.

ㅡJungwon...ㅡsusurró al verloㅡJungwon bonitoㅡvolvió a susurrar.

El menor se sonrojó ante los balbuceos de Jay.

ㅡWonnie... solo yo puedo decirte así.

ㅡTodos me dicen asíㅡrió suavemente.

ㅡNoㅡfrunció el ceñoㅡSolo yo, nadie más, eres mi Wonnie.

Cada palabra que Jay decía, iban directo a su corazón, llenándolo de calidez, poniéndolo nervioso.

Jay se giró, dándole la espalda. Y entonces Jungwon se dió cuenta que seguía durmiendo, que solo estaba balbuceando. Rió y volvió a moverlo, esta vez más fuerte para despertarlo de una vez por todas.

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