Jungwon estaba seguro de que ese había sido el mejor cumpleaños de su vida, luego de la charla con Jay, todo había mejorado de sobremanera. Chaeryeong lo miraba con orgullo, sintiéndose sumamente feliz, sabía que Jay podría cuidar de su pequeño hermano, podría darle mucho cariño y apoyo cuando más lo necesitaba, porque ella también había visto cualidades en Jongseong más allá de su físico que nadie más se tomaba las molestias de ver, y estaba feliz de que Jungwon tuviera la oportunidad de tenerlo a su lado, algo con lo que ella había fantaseado en varias ocasiones.
Pero eso ya no importaba en lo absoluto.
A eso de las siete de la noche, Jungwon se despidió de Jay, siendo éste el último en irse. Cerró la puerta tras él con una enorme sonrisa llena de ilusión, sintiendo un revoltijo en su estómago a causa del pequeño y dulce beso de despedida.
Estaba enamorado, y era un hecho.
ㅡChae, miraㅡsacó el contenido de la bolsa de regalo que mandó la señora Parkㅡ¡Son moldes para mis galletas!
Jungwon le mostró a la castaña los pequeños moldes de diferentes formas, emocionado por usarlas.
ㅡDeberías llevarle algunas a la señora Parkㅡsugirió con una sonrisaㅡPero hazlo mañana, ¿quieres comer lo que quedó del pastel y ver una película?
El castaño asintió rápidamente, viendo a su hermana desaparecer en la cocina. Suspiró aliviado, trató de tocar el tema de Jay con ella, pero cuando empezó a hablar, ella lo detuvo, repitiéndole que todo estaba bien, que lo seguía queriendo como siempre y que nada iba a cambiar entre ellos, dejándolo totalmente satisfecho y aliviado, no quería perder el amor y cariño de su hermana por algo así.
ㅡGracias por este díaㅡle dijo a la castaña un rato después mientras veían una película animada.
ㅡLo mejor para mi lindo hermanitoㅡpellizcó su mejilla de manera divertida.
Jungwon sonrió, no cambiaría los eventos de ese día por nada del mundo.
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ㅡ¿Ya todo está bien con Jungwon?ㅡpreguntó Sunoo mientras comía por primera vez en el día una de las galletas que Jay había hecho.
ㅡSi, todo bienㅡasintió, probando sus propias galletas, haciendo una mueca de disgustoㅡ¡Qué asco!ㅡescupió lo que había mordidoㅡ¿¡Por qué no me dijeron que sabían tan mal!?ㅡexclamó hacia sus mejores amigos que simplemente sonrieron apenados.
ㅡNo están tan mal, solo un poco-demasiado saladasㅡrespondió Hoonㅡ¿¡Cómo confundiste la azúcar con la sal, Jay!?
ㅡNo puede ser, esto es tan vergonzosoㅡcubrió su rostro con sus manosㅡLe di como cinco a Wonnieㅡlloriqueó mientras pataleaba.
ㅡPor lo menos el pastel estaba buenoㅡcomentó Sunoo, tratando de animar a su avergonzado amigoㅡEstoy seguro que entendió todos tus dibujos.
