Capítulo 58

6K 605 251
                                    


Farrell llega al Beta

Día tras día aprendo algo nuevo. Haziel está convencido que soy un experimento o algo extrañamente creado. Puede parecer un chiste, y puede que él lo diga por diversión pero es que ciertamente pienso que soy algo raro. Le he comentado a Haziel que las lágrimas de Enid influyeron en mi autocontrol con mi mente Nefil y que quizás... el hecho de que él y yo estemos juntos con frecuencia influya en los dones que afloran poco a poco.

― No tengo dudas de eso. ―me dice mientras armamos un rompecabezas en la biblioteca subterránea, muy cerca de la Torre de Babel.

He tenido acceso a ella con libertad, ya sé leer el idioma prohibido, aunque no sepa hablarlo tan bien como lo sé leer. Y en cuanto a escribirlo es imposible, es difícil y no estoy interesada en escribirlo con frecuencia.

― ¿Crees que debamos parar? ―le pregunto sin mirarlo. Coloco una pieza pero es incorrecta. El rompecabezas está hecho a la mitad, llevamos un par de horas en esto.

― ¿A qué te refieres?

― Al sexo. ―susurro y él gruñe.

― Te he dado un par de días libres. ―dice y lo miro con ojos entornados. Él sonríe y niega con la cabeza.

― Esos días no cuentan. ―refunfuño―. Tendré un exceso de semen dentro de mí.

― Niamh, es semen de ángel. ―murmura como si nada―. No te haré un hijo jamás.

― ¿Imaginas eso? ―le pregunto interesada―. Soy mitad Nefil. ―sonrío―. Tú un arcángel. ―él me mira con seriedad―. Crearíamos un Nefil puro.

― Jamás crearía un Nefil. ―espeta con enojo y yo ruedo los ojos.

― Estoy bromeando.

― Para hacerlo tengo que poseer un cuerpo humano bastante fuerte, que no muera cuando yo salga de su cuerpo.

― Interesante. ―susurro y coloco una pieza correcta―. Eso me lleva a pensar por enésima vez desde hace una semana que mi padre y mi madre no pudieron crearme así de fácil. Ellos sólo tienen un diez por ciento a lo mucho, ¿Por qué yo tendría un cincuenta? ―él no se molesta en mirarme. Sólo coloca una pieza correcta seguida de otra―. Haziel. ―lo llamo y él suspira.

― Niamh, son teorías que no quiero tocar. ―susurra y luego me da una mirada cansada―. Podrías enojarte.

― ¿A qué te refieres? ―pregunto con suavidad y con mucha, pero mucha curiosidad. Desde hace una semana estoy molestándolo con este tema. Hace una semana que Zemer y Nohemí vinieron aquí, desde ese día no hemos tenido noticias de ellas.

― Me refiero a que puede que Noah... ―sacude la cabeza y se encoje de hombros como si no le importara el tema―. Quizás tu mamá engaño a Noah. ―frunzo el ceño―. Quizás tu papá no sea Noah.

― Eso no tiene sentido. ―le digo. No me enoja que lo insinúe, es decir, mis padres me ocultaron que tuvieron un embarazo doble.

― Tu madre tuvo tres embarazos fallidos antes de Jack, luego tuvo dos perdidas antes de ti, ambas muy seguidas.

― Primero, no entiendo el afán de mi madre en tener otro hijo tan pronto, es decir, Jack es un año mayor que yo.

― Por eso. ―me corta con seriedad―. He ido a tu casa, al parecer el embarazo de Jack fue saludable, no hubo riesgos, eso es raro considerando que previamente tuvo tres perdidas.

― Sí. ―musito haciendo una mueca con mis labios.

― Tu madre salió embarazada de ti y tu gemelo cuando Jack tenía siete meses de nacido. ―él adopta una actitud seria llena de profesionalismo―. Eso quiere decir que en ese lapso de siete meses tuvo dos abortos. ―me mira sin respuesta alguna. Ambos suspiramos, yo me muerdo el labio.

Deseo de arcángel [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora