Miedo a perderte

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― Pensé que Jumin haría que sus gorilas me tundieran a golpes. ― comentó Seven después de un rato. Luego de que nos contara su historia y la de su hermano, Jumin y V fueron al despacho a contactar con Jaehee y el equipo de seguridad, mientras que me quedé con él en la sala. ― Ya sabes, por lo que te hizo Saeran.

― Claro que no lo haría.

― No soy santo de su devoción desde que corrí el rumor de que era gay.

― ¿Tú iniciaste eso?

― Fue una bromita. ― se encogió en hombros. ― Obvio, ya que tú eres...

― ¿Alguien sin un pene? ― me burlé.

― Respetaría si tuvieras uno.

― Lamento informarte que soy una chica.

― Eres una chica genial. ― dijo dejando el humor de lado y volviendo su mirada triste. ― No mereces que te pasen estas cosas.

― Hey, no es tu culpa. ― apoyé mi mano en su hombro.

Sonrió levemente y se puso de pie.

― Debería ayudar.

― ¿Seguro que ya estás bien? ― me levanté también.

― Si, gracias. Debo ayudar en la identificación de Saeran.

― ¿Cómo harás eso?

― No tengo una foto reciente, pero no será difícil. Es mi gemelo casi idéntico. ― se quitó los lentes y se paró frente a mí. ― Por tu descripción y lo que vi en el video, solo imagíname con el cabello blanco y algo demacrado.

Transformar a Seven en su hermano Saeran era extrañamente fácil, como si esa imagen ya la hubiera visto.

Cabello blanco y desaliñado, complexión escuálida y fina. Y esos ojos cansados.

Los vi en un chico tímido. Aquel chico que trabajaba en la librería debajo del apartamento, aquel chico que salía con Hye.

― ¡Qué estúpida soy!

― ¿Qué pasa? ― preguntó Seven alarmado.

― ¿Cómo no me di cuenta? ― me llevé las manos a la cabeza, exasperada. Molesta conmigo misma. ― Es Ray.

No me lo creía.

Ahora que lo veía bien. Claro. Desde la foto que él usaba en su usuario para el chat apenas y se notaban sus rasgos, pero ahora que lo tenía de frente, pero Seven se parecía demasiado a Ray.

― ¿Quién es Ray?

― Ray... El novio de mi amiga. Lo conoció hace un mes, casi al mismo tiempo en el que llegué al apartamento de Rika. ― seguía hablando. ― ¿Cómo no lo vi?

No, pero la voz era diferente. Ray apenas y se le escuchaba su voz tímida y titubeante... Saeran daba miedo de solo escucharle.

Podía fingir ser alguien más.

― ¿Estás segura de que es Saeran?

― Si, eso creo. Cabello blanco, delgado. ― hice memoria de todo lo que sabía de Ray. ― Mis amigas dijeron que tenía un tatuaje, pero yo nunca lo vi.

― ¿Qué pasa? ― preguntó Jumin al volver junto con V a la sala.

― Danny ha visto a Saeran en su antiguo apartamento.

― ¿Qué dices? ― dijo V sorprendido.

― Ray, el chico que trabaja en la librería del primer piso. ― dije. Entonces recordé lo que Hye me había dicho en la fiesta. ― ¿Dónde está mi celular?

En los brazos de Jumin HanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora