3 | enedina arellano felix

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capítulo tres!
ENEDINA ARELLANO FÉLIX
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┏━━━━━━━━━━━━━━━━┓capítulo tres! ENEDINA ARELLANO FÉLIX ┗━━━━━━━━━━━━━━━━┛

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—¡HIJOS DE SU PUTA MADRE!— Ryan gritó al escuchar todo lo que estaban diciendo de Miguel Ángel.

—Miguel Ángel se está destruyendo...

—¡No!— Ryan interrumpió a su prima, bruscamente. —Él no es tan pendejo como para secuestrar a un agente de la DEA. Ellos son intocables, Rose.— Ryan murmuró.

La pequeña chica suspiró. —¿Entonces por qué dicen eso de Miguel Angel?— Rose alzó las manos en el aire.

Ryan miró fijamente a su prima. —Porque el gobierno americano nos quiere hacer ver como los malos de la historia. Como si no fueran ellos los que aceptan el dinero que les llega gracias a nosotros.— Ella reclamó.

—¿La CIA?— Rose preguntó en voz baja. Ryan bajó la mirada, mordiéndose el labio inferior. —Usa esta situación para continuar con tu plan de pasar droga al extrangero.— Rose instruyó.

Ryan negó con la cabeza, —no creo que sea una buena idea en este momento, Rose.— Murmuro.

Rose caminó más cerca de su prima. —Si es el momento.— La chica entrelazó sus manos con las de Ryan. —Isabella sabe muy bien lo que está pasando y hay menos probabilidades de que te rechace.

Ryan suspiró, —eso es verdad, pero ¿si Félix sale bien de esta situación? Nosotras nos jodemos si se entera. Yo no quiero que nada te pase a ti.— Explicó.

Rose gruño. —Andale, Ry, solo te falta el contacto con los colombianos. Isabella es el contacto. Anda.— La chica animó,

—Entonces, ya vuelvo— Ryan abrazó a Rose, —Nos vemos en un rato, voy para donde Isabella.— Ryan anunció, caminado hacia afuera de la pequeña casa.








—...El imperio de Félix se está derrumbando. Tu te vas a ir con él si no te separas de el.— Ryan intenta convencer a Isabella. Hablando suavemente y con calma, de esa manera Isabella no va a notar que Ryan depende de ella.

Isabella frunció el ceño. —¿Por dónde piensas pasar la mercancía, Ryan?— Ella preguntó, su expresión facial no cambiaba para nada.

—Tijuana.

—Ahí están los hermanos Arellano Félix.

—Exacto.— Ryan sonrió. —Quiero que Enedina Arellano Félix forme parte de mi organización. La prefiero a ella en lugar de Amado Carrillo.

Una pequeña sonrisa se formó en los labios de Isabella. —No quieres hombres implicados en tu organización, ¿verdad?

—Mhm.

—Okey.— Isabella murmuro. —Estoy dentro.

Una sonrisa de suficiencia se abrió camino en los labios de Ryan al escuchar esas palabras salir de los labios de Isabella.

Isabella y Ryan entraron a la oficina de Enedina. La mujer se levantó de su silla, detrás de su escritorio y caminó hacia las dos chicas cuando las vio entrar.

—Te quedó chulo el changarro.— Isabella dijo, saludando a Enedina de un beso en la mejilla.

Enedina movió su mirada hacia Ryan. —Te presento a Ryan Gutierrez.— Isabella habló, Enedina examinó a Ryan. No podía negar que Ryan era una mujer muy bella.

Inconscientemente, una sonrisa se formó en los labios de Enedina mientras admiraba a la chica. —Mucho gusto.— Enedina le dio la mano a Ryan, quien sintió una extraña sensación en su estómago al sacudir la mano de la mujer.

—Igualmente.

Las tres mujeres pasaron a sentarse en las sillas, Isabella y Ryan sentadose del lado opuesto de Enedina.

—Tenemos mercancía que queremos que nos ayude a cruzar por la frontera.— Ryan habló sin pensarlo dos veces.

Enedina trago saliva al darse cuenta lo directa que Ryan es.

—Mis hermanos las van matar si se enteran.

—Todos nos vamos a morir en algún punto, ¿no?— Ryan habló. —Enedina, yo quiero que usted forme parte de mi organización.— Ryan explicó.

—¿Porque yo?

—Porque eres mujer.— Isabella habló.

Enedina soltó una risa burlona. —¿Y qué esperas? ¿Que le dé la espalda a mi familia nomás porque somos mujeres o qué?— Enedina preguntó mirando fijamente a Isabella.

—¿Y porque no?

—Yo les sugiero que mejor se vayan de Tijuana...

—No.— Ryan habló, las dos mujeres dirigieron su atención hacia la chica. Ryan miró fijamente a Enedina. —Yo vine aquí para que tu trabajes con nosotras, y no me voy a ir sin que tu aceptes.— Ryan habló con dureza.

—¿Porque te empeñas tanto en esa organización?— Enedina preguntó, examinando cada pequeño detalle de Ryan.

—Es nuestro momento de oro para hacer esto.— Ryan explicó. —Robert Frost dijo que nada de oro se puede quedar. Solo estoy haciendo buen uso de esta situación. Yo te aconsejo que tú también lo hagas.

—¿Qué obtendría yo?

Ryan sonrió, sabiendo exactamente lo que las personas como Enedina buscan. —No te interesa el dinero tanto como te interesa tener el control. En mi organización, tu tendrias la mayor parte del control.— Habló suavemente, de esta manera a Enedina se le pudiera meter en la cabeza.

Por alguna razón ella así lo quiera. Ryan quería estar en la cabeza de esta mujer, una extraña sensación.

—¿Quién me aseguraría el control?

—Tú misma, si aceptas mi propuesta.

—Okey.

—Okey

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amare | narcos: mexicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora