CAPÍTULO 5

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-Vamos Cami levántate –dice jalándome del brazo no tan fuerte ya que ella igual que yo tenemos aún mucho sueño.

-No... -digo arrastrando las palabras.

-Vamos... tenemos que desayunar –cae sobre mí y se acomoda para dormir una vez más.

-Luego...

Y así fue como ambas nos quedamos dormidas una vez más.

Los leves sonidos del aleteo de las aves me despiertan poco a poco, el dolor en mi brazo que siento como si me lo estuvieran aplastando voy sintiéndolo con forme se va disipando el sueño, entre abro los ojos y lo primero que veo es cabello, cabello en mi cara que la luz del sol por aberturas se adentra dándome en la cara, soplo alejándolo una y otra vez hasta que lo tengo fuera de mi boca y un poco del resto de mi cara.

Levanto mi cabeza eh noto como Alex esta de una forma muy incómoda acostada sobre mí a la mitad de la cama travesada, sus brazos colgaban, sus pies se encontraban uno doblado y el otro en la pared alzado, su cabeza se encontraba en el borde de la cama que cualquier mínimo movimiento estaría colgando.

Intento liberar mi brazo que es víctima de todo su peso, ya lo sentía frio y no quiero perder una parte de mi cuerpo, claro que no.

-Alex –digo su nombre con la voz ronca en un susurro sin querer, me aclaro la garganta y la llama más fuerte, pero nada.

¡ESTA MUJER TIENE EL SUEÑO BIEN PESADO!

Como gusano me empiezo a mover hacia un lado dirección la pared, pero cuando hago el primer movimiento Alex se mueve y con su mano me mete un golpe en la nariz haciendo que suelte un gemido de dolor.

-No... mamá no quiero sopita... -dice dormida.

Libero mi brazo eh empujo un poco su cuerpo, pero otro golpe recibo en mi mejilla, la muevo una vez más y toma un mechón de mi cabello jalándomelo haciendo que grite, pero no se despierta.

-Alex, si no te despiertas a las 3 te aviento patas para fuera de la cama –suelto ya molesta por el golpe en mi mejilla y el dolor de mi cabello que aún lo está jalando.

- ¡1!... ¡2!... –frunció el ceño- ¡¡¡3!!!

Sin más la aviento fuera de la cama haciendo que caiga primero su pecho y luego su demás cuerpo, un fuerte sonido inunda el cuarto ella despierta de golpe se incorpora y con el cabello en toda su cara se levanta alarmada mirando de un lado para otro.

- ¡Que! ¡¿Qué pasa?! –espeta toda alterada mirando de un lado para otro- ¡¿nos atacan?!

-Cual nos... ¡atacan! –le aviento una de las almohadas en la cara- ¡Por poco me dejas sin brazo, mujer!

Se me queda viendo por unos minutos hasta que su mirada cae en mi abrazo.

-Ah... eso –dice levantándose eh acomodándose el cabello.

-Eso... -la miro mal, si las miradas mataran Alex ya estaría hasta el infinito y más allá de la muerte.

-Creí... creí que... -truena los labios- nada, ¿Qué horas son? –pregunta caminando a su mesa de escritorio.

Busco entre las cobijas eh sabanas mi celular hasta que lo hayo, al prender la pantalla noto un buen de mensajes del grupo de la familia, unos cinco de Mateo y uno de un número desconocido.

- ¡Joder son las 4 de la tarde! –espeto al ver la hora- dormimos toda la mañana y tarde.

-No me sorprende –se sienta en la cama- nos hemos estado desvelando por las tareas.

-Pero, aun así, yo, aunque me desvele me despierto temprano y como nueva –me llevo una mano al mentor y la miro- eres la causante de esto, me pegaste el sueño.

Cálido Como Tú Corazón [PAUSA HASTA JUNIO]Where stories live. Discover now