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Esa noche del viernes en el que Sana se había ido tanto Yeji como Tzuyu se encerraron en sus habitaciones como un par de hermanas peleadas, solamente habían salido para cenar una pizza y volver a sus refugios para al fin dormir, cosa que Tzuyu no estaba haciendo ya que se puso a leer un libro en un intento por desestresarse, y habría continuado, de no ser por un ruido que escuchó, así que salió de su habitación siendo guiada por aquel sonido hasta que escuchó risas provenientes de la habitación de Yeji y sin pedir permiso habrió la puerta encontrándose con su hija y otra chica sentadas en la cama mientras jugaban con la lagartija de Jeongyeon.

-¿Qué diablos?- Preguntó Tzuyu confundida.

-Buenas noches señora Zhou- Saludó la chica desconocida.

-¡No, no buenas noches, largate de mi casa y no me digas señora!- Tzuyu pidió alterada.

-¡Mamá! Lia no la escuches, solo...

-Así que tú eres la tal Lia, ¿Qué quieres de mi hija?- Interrumpió la adulta.

-¡Mamá déjala!

-¡Largo, vete! Yeji ¿Qué hace ella aquí a altas horas de la noche y cómo entró a la casa?

-Lo siento mucho bebé, te veo mañana- Yeji ignoró lo que su madre preguntaba.

-¡¿Bebé?! ¡Y no, no se verán mañana, mañana es sábado!- Siguió regañando Tzuyu.

-Te veo mañana cariño- Respondió Lia dando un beso a la mejilla de Yeji para posteriormente pasar al lado de Tzuyu y salir de la habitación.

-¡Dije que no!- Gritó Tzuyu escuchando como la puerta principal de su casa se cerraba -Yeji hazme el favor de meter a esa cosa en su pescera- Pidió refiriéndose a la lagartija.

-Pero la estoy alimentando.

-No me interesa déjale su comida ahí y métela- Pidió tomando bruscamente a la lagartija de la mano de su hija.

-¡Mamá ten cuidado!

-¡AAAHH!- Gritó Tzuyu dejando caer a la lagartija justo cuando sintió la mordida de esta en su mano.

Por suerte Yeji rescató al animalito de caer al piso.

Ambas abrieron los ojos en grande al darse cuenta de lo que había ocurrido pues sabían lo que aquel animal había causado.

Rápidamente Yeji metió a la lagartija a su pescera y corrió al baño en busca de un botiquín para curar la mano de su madre mientras esta seguía en shock, no quería volverse un animal.

Yeji al tomar la mano de su madre con el propósito de curarla hizo a esta reaccionar.

-Yeji por el amor de Dios, no quiero ser un animal, no quiero ser un animal

-No serás un animal

-¿Me estoy transformando? Porque tengo ganas de ladrar, ¿Es normal que quiera ladrar? ¡Yeji ahora soy un híbrido!

-¡Ey, cállate y relájate! así no son las cosas, no te estás transformando en nada porque esta lagartija solo ha transformado animales en humanos, jamás he visto a un humano volverse animal por esto- Intentó tranquilizarla la menor.

Sin embargo ni siquiera la misma Yeji estaba tan convencida de sus propias palabras.

La respiración de Tzuyu estaba demasiado agitada, tenía mucho miedo de lo que pudiera ocurrirle, ¿Qué iban a decir los demás? Peor ¡¿Qué diría Sana?!

-Waff, waff, ¿Lo ves? Me estoy volviendo un perro- Dramatizó Tzuyu.

-¡Ya te dije que no! Deja de sugestionarte que en lo único que te transformas es en una tonta, además los perros no hacen así- Regañó Yeji finalizando el vendaje en la mano de su madre.

Tzuyu calmó un poco su respiración y habló.

-Sana no puede enterarse de esto.

-Oh por supuesto que no lo hará, tengo una reputación que mantener frente a ella- Razonó la menor y Tzuyu la empujó suavemente -Iré por agua, cuando regrese quiero verte más tranquila.

Y con esto Yeji salió de su habitación en busca de un poco de agua para ella y su madre, apenas estuvo sola gritó en silencio estando preocupada por las posibles consecuencias, pero debía ser positiva si quería cosas positivas. Así que bebió agua y le llevó un poco a su temblorosa madre a quien tuvo que acompañar hasta su habitación a causa del miedo y el shock en el que Tzuyu seguía.

Nada malo debía pasar, solamente dormirían y mañana despertarían para comenzar con su fin de semana madre e hija, sí, todo continuaría con normalidad.

Al menos eso esperaban, pero por si a caso Yeji se quedó en la habitación de Tzuyu abrazando a su humana madre por el resto de la noche intentando recordar como se sentía un abrazo de ella en su versión como persona, estaba siendo positiva, pero esto era solo por si a caso. Porque Tzuyu despertaría siendo una humana, Yeji tenía 1% de pruebas y 99% de fé.

Así que se durmieron abrazadas, olvidando todos sus pleitos y discusiones para descansar en paz al lado de la otra, disfrutando de sus primeros momentos de su fin de semana de madre e hija.

A la mañana siguiente Yeji fué la primera en despertar sentándose en la cama y mirando a su lado.

-¡AAAHH!- Gritó al ver los diminutos cuernitos y orejitas cafés que Tzuyu tenía en la cabeza.

-¿Qué pasa?- Preguntó asustada Tzuyu al despertar por aquel grito.

-¡Aay que increíble amanecer!- Intentó disimular la menor mientras gritaba.

-No tienes que gritar.

-Lo sé- Habló Yeji sin despegar la mirada de la cabeza de Tzuyu.

-¿Por qué miras tanto mi cabeza?- Preguntó la taiwanesa intentando tocar su cabeza.

Cosa que no pudo hacer ya que Yeji tomó sus manos.

-Es solo que me encanta tu nuevo corte, realmente todo te queda bien mamá- Yeji rió nerviosa.

-Oh, gracias pequeña, por cierto, tenías razón, ayer estaba siendo muy dramática, obviamente no iba a volverme híbrida, ya no quiero ladrar y además estoy más tranquila sabiendo que amanecí siendo humana.

Yeji volvió a reir nerviosa. ¿Cómo demonios se lo diría ahora?

-Si... sobre eso...

-¿Quieres desayunar wafles? Estoy de bueno humor para cocinar esta mañana- Interrumpió Tzuyu llendo hacia el baño.

-¡Espera!- Intentó frenarla Yeji -Debo decirte algo

-Y yo debo hacer pipí, dime cuando salga del baño- Tzuyu sonrió y continuó su camino.

Yeji simplemente estaba esperando la reacción, se preparaba para el grito de Tzuyu al verse en el espejo del baño pues sería inevitable que su madre se diera cuenta al entrar y tener un gran espejo frente a ella.

Pasaron un par de minutos y Tzuyu parecía no haberlo notado aún, Yeji creyó que ya todo había pasado hasta que escuchó a su madre.

Ya lo había visto.

-¡¡¡ZHOU YEJIIIII!!!

VENADO E HIJA // SATZUWhere stories live. Discover now