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-¿Lia?- Habló Yeji desde el teléfono -Mamá no está en casa, ¿Podrías venir?

Al recibir respuesta colgó la llamada y procuró que en su casa no se viera nada sospechoso que delatara lo que en realidad había pasado, ella quería a su madre, pero habían prioridades, además, ¿Qué tan malo podrían ser unas cuantas horas encerrada en su habitación? Podría dormir simplemente o hacer cualquier cosa para distraerse pero ahora lo importante era que Yeji tenía la casa para ella sola, Sana estaba de viaje y Tzuyu era un venado, no había nada que pudiera arruinar la tarde con su novia, definitivamente nada.

Después de unos cuantos minutos la puerta principal fué tocada anunciando la llegada de Lia, Yeji con una sonrisa fué a recibir a su novia obteniendo un beso como saludo.

Todo estaba transcurriendo de maravilla, la noche había caido y por suerte Tzuyu no siguió golpeando la puerta de su habitación. Lia parecía no sospechar absolutamente nada, pero hubo un momento mientras ambas miraban una película en el cual escucharon un ruido proviniente del piso de arriba.

-¿Escuchaste eso?- Lia preguntó.

-Noup- Mintió Yeji cruzando los dedos por que Tzuyu no siguiera levantando sospechas.

-Yeji, eso sonó como un golpe, ¿Y si alguien se metió a la casa?

-Tranquila no es nada- Aseguró, pero Lia seguía con la mirada hacia las escaleras, así que Yeji intentó llamar su atención -Oye ya no hay palomitas, ¿Me acompañas a la cocina para hacer más?

-No me digas que tienes miedo de ir sola, dijiste que las películas de terror te gustaban- Rió la contraria

-Solo quiero tu compañía- Yeji dijo tirando de la mano de su novia para que esta la acompañara.

Permanecieron unos segundos esperando a que las palomitas estuvieran listas mientras Yeji apoyaba su espalda contra la encimera cuando Lia se colocó delante de ella para robarle un beso, amaba hacer eso.

Nuevamente se escuchó un golpe en el piso de arriba.

-Segura que no es nada, ¿Deberíamos ir a ver?- Lia parecía asustada.

-Claro que no, relájate- Tranquilizó Yeji sacando las palomitas del microondas para después tomar a su novia de la cintura y volver a besarla.

Poco a poco fueron subiendo la intensidad del beso hasta que Lia comenzó a acariciar el abdomen de su novia por dejabo de su ropa comenzando a subir sus manos, y habría continuado de no ser por el fuerte empujón que recibió por el costado haciéndola caer al piso.

-¡¿Qué diablos?!- Gritó al ver al venado que la había empujado -¿Dónde están tus mamás y por qué tienen a un venado como mascota?

Yeji no sabía que decir, debería confesarlo, pero no encontraba la manera de hacerlo.

-Ella... Ella es mi madre- Confesó señalando al venadito quien ya se había sentado en el piso.

-Yeji, no quieras tomarme el pelo- La contraria reclamó.

-No bromeo Lia, recuerda cuando hicimos una pijamada y por accidente me transformé en un gato, ¿Te acuerdas que te dije que la lagartija con la que jugabamos ayer era la que me lo había causado? Después de que te fuiste Tzuyu maltrató a la lagartija y ella se defendió, ahora mamá se volvió un venado por eso.

Tzuyu al escuchar como su hija afirmaba que ella había sido la causante de su propio mal se enojó y comenzó a empujarla con sus cuernitos.

-Yah calmate- Pidió la menor inmovilizando a Tzuyu.

-Señora Zhou, creo que no debió maltratar a la lagartija- Lia le habló despacio al venadito mientras se levantaba del piso haciendo que Tzuyu se enojara con ella y la volviera a empujar haciendola caer una vez más.

Una gerra de empujones comenzó, dos adolescentes contra un venadito no era nada justo, pero obviamente nada sería justo mientras Sana estaba fuera, y según Yeji ella no regresaría hasta que el fin de semana terminara.

O tal vez ella había entendido mal, pues Sana nunca dijo que se hiría por el fin de semana, ella había dicho un par de dias.

Osea dos.

Y eso prácticamente casi había pasado.

Así que sin esperarlo en lo absoluto la atención de los tres seres vivos que estaban haciendo escándalo se dirigió hacia la puerta principal notando como esta se habría y una maleta rosa era adentrada a la casa seguido de una tierna mujer adulta la cual habló.

-¡Ya regresé, familia!

Ambas adolescentes se miraron con los ojos bien abiertos, pero antes de que pudieran atrapar al venadito esta corrió hacia su esposa para intentar recibirla con un torpe abrazo que ni siquiera podía dar.

-Aaahh, Yeji ¿Qué hace este animal aquí?- Preguntó Sana sorprendida.

A la menor ya poco le importaba su reputación con Sana, solamente quería a Tzuyu de vuelta para abrazarla y disculparse por todos los corajes que le había causado, amaba a su madre y estaba muy agradecida con ella, pero justamente cuando ambas comenzaban a entenderse Tzuyu se volvió un venado y todo se había ido al caño.
(Estaba leyendo antes de publicar y leí coño en lugar de caño kajsjakaja).

-Mamá, ella es Tzuyu- Confesó señalando al tierno venadito de ojos oscuros.

-Yeji, entiendo que Tzuyu no te agrade mucho pero no deberías ofenderla diciendo que mi esposa luce como esta mini bestia.

Tzuyu enojada empujó a Sana con sus cuernitos sin lastimarla.

-Ella ahora es una híbrida por mi culpa- Admitió Yeji bajando la cabeza.

Y Sana abrió la boca sorprendida.

Yeji tenía mucho que hablar con su madre así que su novia al ver el desastre pasó junto a ella dando un rápido apretón a su mano antes de salir por la puerta principal para dejar únicamente a la familia, ocasionando que Sana la mirara confundida sin saber quien era aquella chica y qué hacía en su casa.

La menor de la familia Zhou tomó un suspiro y comenzó a confesar todas aquellas cosas de las que Tzuyu la había acusado y Sana había creído que su esposa solamente exageraba, Yeji confesó haberse aprovechado de ello y pidió perdón por todo hasta llegar al hecho de haber sido la culpable de la condición actual de Tzuyu.

Al finalizar todo la menor fué mandada a su habitación, Sana estaba decepcionada de su hija y debía pensar tranquila, así que se dirigió a la habitación que compartía con Tzuyu sin notar que esta la seguía.

Mañana sin dudas debería visitar a Jeongyeon y aprovechar en devolverle su lagartija, pues ambían vuelto de viaje al mismo tiempo, porque al final, las mujeres ocupadas no podían tener mucho tiempo de vacaciones.

Sana estaba por acostarse cuando vió a Tzuyu subir a su lado, por lo cual tuvo que levantarse de nuevo.

-Oye no puedes dormir aquí- Aclaró Sana.

Tzuyu ladeó la cabeza.

-Sip, tu dormirás aquí- Habló de nuevo la menor tendiendo una sábana en el piso.

Y Tzuyu volvió a ladear la cabeza.

-Escucha, sería extraño dormir con un venado y sé que tú me dejabas dormir contigo cuando era un cachorro pero es diferente, no es ninguna clase de racismo o discriminación a los venados, es solo que los shibas son animales domésticos y los venados animales salvajes y ahora... No eres la clase de Tzuyu salvaje que quiero en mi cama- Sana aclaró mientras se acostaba y finalmente soltaba un bostezo viendo a Tzuyu acostarse en la sabanita del piso estando evidentemente enojada. -Hasta mañana Tzuyu salvaje.

Pero obviamente Tzuyu no podía dormir en el incómodo piso, así que al notar que Sana se había dormido se acostó a su lado para acomodarse entre sus brazos sintiendo como el frío desaparecía. Era de esperarse que Sana no se diera cuenta, seguramente debía estar cansada del viaje.

VENADO E HIJA // SATZUWhere stories live. Discover now