SNK: -"la última bruja"
el clan Ilazki era uno de los mayores misterios para todos los que alguna vez preguntaron sobre el mismo. nadie sabía con certeza las atrocidades por las cuales las mujeres de ese linaje habría pasado pero si se tenían rumore...
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0.64.
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sin rastros.
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24 hrs después
El atardecer llegaba a su final cuando la hermosa luna se hizo visible en el cielo, las estrellas se asomaban y alguna que otra constelación brillaba en el profundo negro de la noche. El grupo había terminado de cenar para cuando estaban hablando sobre cosas sin importancia, se reían y divertían, jugando a las cartas, cosa en la que Victor no era para nada bueno.
—¡Ja! Gané otra vez— Bianca tomó la baraja y finalizó el juego mientras sonreía divertida, Amaris los miraba jugar, ella no sabía hacerlo. —Tres veces.
—¡No es justo, si sabés jugar!
—Oigan, no se ustedes, pero a mí me encanta esta choza, eh— Asier se levantó, sosteniendo un plato sucio que dejó en el lavabo.
—Lo mismo digo, esta bonita— Maxine caminó, yendo a la habitación junto con Berta.
La cabaña era linda y bastante grande, para ellos seis era enorme. Contaba con una sala de estar en dónde comían y cocinaban, cerca de ahí estaban las habitaciones que eran dos, sin contar el cuarto de aseo personal. Había alguna que otra telaraña, pero nada que no se limpiará pasando un trapo o matando a los insectos no deseados que se aparecían de vez en cuando.
—Es tarde ya, deberíamos dormír. Victor te toca hacer vigilancia hoy— Bianca lo señaló, Amaris se había levantado con lentitud ya que había estado sentada tanto tiempo que juraba no sentir su trasero.
—Si, ya escuché— suspiró, tomando su abrigo, en las noches solía hacer frío y eso era algo que odiaba.
—Oh, por cierto, Amaris. ¿De dónde sacaste ese vestido? Es muy bonito— Berta le preguntó, la joven se miró ante eso.
—Mi padre me lo regaló cuando tenía dieciséis años, y aún me queda, así que lo utilizó a veces.
—Chica, también quisiera que me quedara ropa de hace años.— Maxine la observó detalladamente, ahora miraba mejor su cuerpo. Era en efecto bastante pequeño a diferencia de ellas, quizás le faltaba más masa muscular o en su defecto; comer más.
—Bueno, cómo estaba sola en casa solía prepararme comidas básicas, el padre de Eren era medico y venía a verme de vez en cuando— observo sus brazos y luego su cuerpo. —Supongo que se debe a la mala alimentación cuando pequeña.
