Experimentando el amor. (Libro 1 EEA)

Capítulo 4.

Capítulo 4: Primer día de clases.

Lucas.

Desayuno viendo las llaves de mi nuevo auto sobre la mesa con una nota de mis padres.

Soy feliz de que no estén, es agotador que mi madre quiera ser un chicle a mi lado, mi padre me da igual o hace las cosas por agradarle a mi madre o está diciendo cómo debo ser con ella.

Ambos son insoportables.

Me gusta estar solo o con Thea, quien es la única persona por la que decidí volver.

Me levanto para salir de casa al notar que falta poco tiempo para entrar a clases. Cuando estoy afuera veo que Bastean a dejado mi auto fuera de la cochera y dejo mi mochila dentro antes de ir a buscar a Thea.

Quien sale junto a sus hermana alisando la falda del instituto con sus manos como si estuviera llena de arrugas. Eso es algo que la he visto hacer mucho estos días.

Lis le da un beso en la mejilla en cuanto un chico con una motocicleta se detiene en la acera y la veo subirse.

Cruzó la calle y veo a Thea cruzada de brazos observando por donde se ha ido su hermana.

—¿Quién era el de la motocicleta?— pregunto causando que la castaña se de la vuelta al escucharme.

No me pierdo la forma en la cual me escanea de pies a cabeza, acomodo mi corbata al sentir su mirada sobre mí, causando una corriente de calor que me hace sentir extraño.

¿Qué carajos?

Es Thea. Mi mejor amiga, no debería sentirme extraño.

—El novio de Liseth, se llama Félix— responde— va un año menos que nosotros, llegó hace poco de España.

—Te pregunté quién era, no su vida.

Rueda sus ojos.

—¿Nos vamos?— pregunto quitándole la mochila de sus manos.

—Vamos— asiente cruzando la calle.

Subo al auto dejando su mochila en el asiento trasero y ella sube en el asiento de copiloto.

Es extraño la forma en la cual no dice ni una palabra en todo el camino, intento restarle importancia, se que las personas cambiamos pero a veces es extraño sentir que una persona ha cambiado y no estuviste para darte cuenta.

Estacionó el auto y el montón de estudiantes llegan bajando de sus autos y otros caminando en grupos.

Abro la puerta y Thea hace lo mismo tomando su mochila para guindársela en el hombro, camino junto a ella viendo como comienzan los susurros al verme.

Nadie se esperaba ver a Lucas Blass en el último año, eso era seguro.

La castaña a mi lado sigue sin decir nada y me detengo antes de llegar a la entrada de la escuela.

—¿Que tienes?— me coloco frente a ella.

Baja la mirada hacia sus zapatos y tomo su mentón para que me mire.

—Thea... ¿Te sientes bien?

Asiente.

—Solo son tonterías, es nuestro último año aquí y siento que no lo he disfrutado— responde en voz baja.

Tomo una de sus manos, sin despegar mis ojos de los suyos.

—Sera un año genial, me aseguraré de que lo sea— le sonrió.

Una pequeña sonrisa se forma en sus labios antes de envolverme en un abrazo que no puedo evitar devolverle, no me gusta demasiado estas cosas pero con Thea las cosas son diferentes, así que lo acepto sin apartarla.