Experimentando el amor. (Libro 1 EEA)

Capítulo 7.

Capítulo 7: Te creó.

Thea.

Hay días donde no comparto clases con Lucas, el día de hoy solo compartimos una clase y ahora me encuentro caminando sola por los pasillos, ya que él debe estar en alguna otra asignatura.

Me dedico a caminar por el patio, veo a lo lejos a la pelinegra, Fabiana y camino en su dirección.

Que sea un Miércoles es lo suficiente perezoso, es como si simplemente al saber que día es, vas a todos lados con una pereza espantosa.

Mi fin de semana pasó con un Lucas con resaca y ambos preparando una receta que encontré en tik tok.

Debo aceptar que no somos tan malos, tarde demasiado arreglando la cocina de los Blass, pero valió la pena al probar nuestra creación, mi padre estaría orgulloso.

Mis padres por otro lado tuvieron que volver al hospital y decidieron que este fin de semana si lo tendrán libre e invitaron a los Blass a cenar.

Me acerco a la pelinegra quien voy a saludar y recuerdo sus palabras, cerrando la boca, levanta la mirada de su celular posando la en mí.

—Hola— me saluda, y es lo único que necesito para sonreír.

—Hola, ¿Puedo sentarme?— señaló el banquito en el cual está sentada.

La pelinegra acomoda sus gafas, mirándome en silencio.

—¿Traes algo de comer?— su pregunta me hace fruncir el ceño por unos segundo.

Pero recuerdo que guarde unas galletas está mañana antes de salir de casa, abro mi mochila sacandolas y extendiéndoselas a la chica frente a mí.

Las toma y señala a un lado del banco.

—Puedes sentarte, estoy de buen genio— destapa las galletas.

Me siento a su lado, dejando mi mochila en mi regazo.

—¿Por qué siempre estás sola?— pregunto sin poder evitarlo.

—No me gusta la gente.

Su respuesta es tan rápida y corta que no sé cómo sacar otro tema de conversación, abro y cierro mi boca un par de veces pero la chica a mi lado me mira como si mis palabras llegaran a ser una estupidez va ahogarme con el envoltorio de la galleta en su mano.

Paso saliva un par de veces y la veo rodar sus ojos.

—Eres mala en esto, ni yo que odio a las personas soy tan pésima sacando temas de conversación— abro mi boca para defenderme pero levanta su mano.

—Me agradas, podemos ser amigas si eso es lo que intentas y si no es eso, pide lo que quieras, excepto ir a una fiesta, pero si es matar a alguien estoy dentro— posa sus ojos en los míos y me sonríe.

Le doy una pequeña sonrisa, la verdad es que si quiero ser su amiga.

Mis únicos amigos son Liseth y Lucas. El resto solo me saluda por educación o se me acercan solo para intercambiar una par de palabras.

Y Liseth es mi hermana, no debería contar como mi amiga, pero es lo más cercano a una que tengo.

En el comedor es en el momento donde más me rodeo de personas, quienes casi siempre hablan solo con Lucas, nunca he sentido que tengo amigos, es más como que he intentado encajar muchas veces pero simplemente no puedo.

Cuando intento entrar un poco término siendo la invisible del grupo, esa que solo usan cuando es necesario.

Con las gallinas lo intente, solo que parecía un accesorio, iba de un lado a otro detrás de ellas pero solo intercambiaban un par de palabras conmigo y al salir de la preparatoria parecíamos desconocidas.