Besos en el camerino| L.S

Capítulo 3

Harry

No paraba de mirar el reloj, entusiasmado, ya quería que fuera mediodía para ir a ver a Louis.

Después de su llamada, una sonrisa se quedó congelada en su rostro, poco después se durmió y despertó temprano. Ahora estaba en el comedor desayunando.

—Harry, ¿me escuchaste? —Su madre le habló.

Alzó su cabeza para mirarla.

—¿Qué? Eh...perdón, no te escuché.

Ella meneó la cabeza.

—Anoche te desvelaste, ¿cierto? —Le dijo de pronto sin sonar molesta—. Escuché que hablabas con alguien por teléfono.

Oh, no sabía que su madre había alcanzado a escuchar un poco de su llamada con Louis.

—¿Escuchaste...?

—Oh no, claro que no, desde mi habitación no escucho bien —aclaró trasmitiéndole alivio a su hijo que no dio a notar—. Solo balbuceos. ¿Pero con quién estabas hablando?

Harry movió con su tenedor la comida en su plato, algo nervioso.

—Con un amigo que conocí hace poco en el centro comercial.

—¿La vez que fuimos y te quedaste o antes?

No entendía porque le preguntaba, pero tampoco iba a ser grosero ni ignoraría a su madre.

—Sí, esa vez. Me ayudó porque me había perdido.

No notó que había dicho eso inconscientemente y cuando lo hizo ya fue demasiado tarde; su madre lo miraba muy mal.

—¡¿Te habías perdido?! —Exclamó con un tono de voz más alzado debido a la impresión.

—N-no es como piensas, yo...

—Harry, te había dicho muy bien que te quedarás en un solo sitio —Le reclamó influenciada por el enfado que la estaba comenzando a invadir.

—¡Lo siento mucho! No volveré a desobedecerte.

—Muy bien, eso espero.

El rizado no agregó nada más a la conversación.

Quería pedirle a su madre que lo llevara al lugar que Louis le dijo donde podían encontrarse, ya que quedaba un poco lejos, pero no sabía cómo hacer que aceptará...

—Mamá...

—Dime, Harry.

Buscó las palabras adecuadas.

—Uhm, ehh...¿tienes cosas qué hacer hoy?

Eso llamó la atención de Anne, por lo que se centró más en esa nueva conversación.

—Creo que no, ¿por qué?

—Ehh...es que quería que me llevarás a un sitio, es para ver a un amigo.

Harry rara vez le pedía permiso a su madre para salir o para que lo llevase a algún sitio y esto porque casi no salía. No tenía muchos amigos y los únicos dos que tenía eran del colegio y ellos tampoco eran de salir mucho.