Capítulo 9

425 49 49
                                    

Harry

Le alegraba que Louis por fin le hubiese contado, lo que no le alegró mucho fue la noticia que le contó.

Sabía que iba a pasar mal esas largas semanas, pero tenía que ser un poco más comprensivo con su novio, después de todo él no tenía elección y creía que ese viaje le daría muchas nuevas oportunidades.

Se quedaron practicando algunas otras canciones hasta que Louis tuvo que marcharse. Harry se la pasó el resto del día estudiando y terminando de componer algunas de sus canciones.

Al día siguiente por la tarde, Louis lo invitó a un ensayo, Harry no se sentía del todo bien, pero no quería desperdiciar esos días con Louis, por lo que aceptó ir.

Ahora ambos estaban en el camerino que se le había asignado al ojiazul.

—Louis, no me siento muy bien, me duele la cabeza. ¿Puedo quedarme aquí? —pidió débilmente.

—Claro que sí, Harry. ¿Te sientes muy mal?, ¿No quieres mejor que te acompañe a tu casa?

—No hace falta. Además, no debo quitarte más tiempo. Estaré bien, esto no es nada —aseguró.

Al castaño no le convencían las palabras de Harry y se estaba comenzando a preocupar por él.

—¿Estás seguro? —Él asintió con la cabeza, confirmando—. Bien... cualquier cosa no dudes en enviarme un mensaje, no importa lo ocupado que esté, vendré a verte.

—De acuerdo, lo haré.

—Vale —susurró acercándose hacia él—. Te quiero más que a nada, Harry, tienes que saberlo.

—Lo sé, Louis —le respondió—. Yo igual a ti.

El menor se acercó para besarlo. Tal vez estaban así de sentimentales debido a todas las cosas que estaban pasando y sabían que debían pasar, pero lo bueno es que se tendrían el uno al otro para afrontar todo.

—Recuerda, me envías un mensaje —le recordó seriamente el ojiazul.

—Ya te dije que lo haré, no te preocupes.

—Um, okay. Nos vemos luego.

—Adiós.

Lo vio irse por la puerta, Harry se quedó allí. Todavía le dolía la cabeza, pero ya era un poco más soportable el dolor.

De repente le entraron ganas de ir al baño, por lo que salió del camerino y fue hacia uno. Ya nadie tenía problemas con verlo allí, así que estaba bien.

Iba a mitad de camino cuando escuchó a alguien -raramente-, llamarlo.

—Harry, ¿me dejas hablar contigo un momento? —Le pidió Simon detrás suyo y volteó a verlo.

—Ehh...sí, supongo, pero primero quiero ir a...

—No te preocupes, no te voy a quitar mucho tiempo —lo interrumpió.

—Bueno, está bien —aceptó sin mucho problema, no quería ser grosero.

—Seré directo —avisó—. Necesito que le hagas un gran favor a Louis y termines con él.

Besos en el camerino| L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora