.Garage.

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Advertencia, puede incluir situaciones sensibles para algunos lectores.

Derek estaba de mal humor.

Algo normal.

Sin embargo lo que no era normal era su extraña actitud con Stiles durante los últimos días, quien parecía ser la única persona con la que estaba de muy buen humor.

Si, desde hace un par de años las cosas entre ambos habían mejorado de perro y gato a un poco más de una pequeña amistad, sin embargo el mayor contacto físico entre ambos era marcarse con su aroma y un pequeño abrazo de vez en cuando en una situación que realmente lo ameritaba por supuesto. Pero hoy las cosas definitivamente eran diferentes.

Lo estaba tocando y marcando tanto que Stiles no solo olía a la manada y a Derek, sino que este apestaba al último, llegando a ocasionar un par de miradas curiosas entre la manada.

Nadie mencionó nada durante la pequeña junta que habían tenido y les observaron marcharse juntos hacia la casa del menor.

Casa que apestaba a tres personas, pero en su mayoría Stiles y Derek, a pesar de que era obvio que Stiles había tenido sexo un par de veces con la persona faltante.

Sexo.

Disgusting.

— Derek, Realmente estás bien? -preguntó Stiles, observando la parte inferior del lobo.

La parte superior de este se encontraba bajo su Jeep, reparando algo o cambiando el aceite, o quizá una pieza, el menor no lo recordaba, los años no le habían ayudado a entender mucho más de los autos, simplemente sabía de cosas bajo el capo, no de cosas que no podía ver abajo del auto, más aún con su accidente que limitaba su acceso a ellas.

— Stiles basta -murmuró, rodando ligeramente la pequeña camilla de mecánico para poder salir por completo y observarle- — Si sigues preguntando lo mismo pensaré que el que no esta bien eres tú -levantó una ceja ligeramente dudoso.
— Tienes hambre? -murmuró, mordiendo ligeramente su labio inferior con nerviosismo.

Derek no pudo evitar soltar un ligero gruñido y sin más se puso de pie, para después tomar a Stiles por los antebrazos cerrar el capó del auto en un rápido movimiento y levantar al chico para sentarle ahí con demasiada facilidad, que por un segundo Stiles se sintió como un niño pequeño.

— Qué pasó? -preguntó con un ligero tono exigente.
— Nada -murmuró, acomodando ligeramente el cuello de la camiseta tipo cuello de tortuga que llevaba puesta- — A...ademas no cambies el tema, has estado muy extraño últimamente...de mal humor...y aparte se que me estás marcando más de lo normal, que no pueda olerlo no significa que no pueda sentirlo...Qué pasa? -preguntó preocupado.

Derek le observó directamente a los ojos, mirando con sumo detalle cada trazo en su iris, desconcentrándose ligeramente con el parpadear de sus largas pestañas.

— Mi lobo...mi lobo me lo pide...no lo sé la verdad -admitió- — Hace días que siento algo muy extraño...-murmuró lo último, observando ligeramente cómo Stiles volvía a acomodar el cuello de su camiseta.
— Algo malo o peligroso? Quizá deberías platicar con los chicos, podría tratarse de otra cosa sobrenatural -sugirió, sin embargo Derek se quedó atrapado en la primera parte.

Malo o peligroso. Su lobo se agitó.

De inmediato su mirada paro en el cuello del chico. Su corazón se aceleró.

— Stiles -murmuró, sintiendo la boca ligeramente seca.

Su mano recorrió una trayectoria ligeramente temblorosa hasta el cuello del menor, deteniéndose en el cuello de la camiseta.

— Derek...-susurró, colocando su mano sobre la del mayor, observándole con el ceño ligeramente fruncido y caído.

Sin medir las consecuencias bajo el cuello de está lentamente, descubriendo una una enorme mancha morada sobre la piel del menor, mancha que crecía y crecía mientras más bajaba la tela. Aquellos no eran chupetones, maracas de amor, mordidas o como le llamen, aquello parecían marcas de una soga, cadena o algún objeto largo y delgado.

Su sangre hirvió de inmediato, ambas manos pararon sobre el cuello de este y apretaron con suavidad, intentando absorber cualquier pizca de dolor.

Miles de ideas cruzaron la mente del lobo, Stiles había intentando terminar con su vida? Alguien le había lastimado? Había tenido alguna clase de accidente? Qué rayos pasaba?.

Y entonces recordó que era un lobo, uno muy poderoso. Sin más sus manos fueron remplazadas por su nariz. No pudo evitar gruñir en disgusto.

— Qué te hizo? -preguntó con la voz ligeramente grave.
— Derek...-susurró, quebrando ligeramente la última letra de su nombre.
— Hey...lo siento, lo siento -habló con más suavidad, regresando ambas manos al cuello de este- — Sabes que puedes confiar en mi, por favor -suplicó con preocupación.
— Te lo dire si me prometes no enloquecer -le tomó ligeramente por los hombros y le apretó con suavidad, recibiendo un asentimiento inseguro.
— Por favor Stiles -deslizó ligeramente una de sus manos hacia la mejilla de este.
— Alexis...-murmuró, apartando la vista- — Lo estábamos haciendo, todo estaba genial, hasta que mi espalda me dolió como no tienes idea...por lo que tuve que parar y se molesto...se molesto mucho y ella...ella tomó la sabana...la envolvió en mi cuello...y...y...me obligó a terminar...no podía correrme por lo cual siguió apretando -confesó, dejando un par de lágrimas escapar de sus ojos.
— Esa maldita...perra -soltó en un gruñido, reprimiendo las ganas de salir a cazar a aquella mujer, para colarse entre las piernas del menor y abrazarle.
— Por favor no le hagas daño - susurró, abrazando al mayor de vuelta.
— No se puede quedar así, esa chica prácticamente abuso de ti, merece sufrir de las peores formas -respondió con algo de molestia, intentando no sonar muy brusco.
— La he denunciado con mi supervisor, no podrá pisar la academia de nuevo, recuerda que trabajamos con la ley, no puedes y no quiero que te metas en problemas, por favor Derek, hazlo por mi, de verdad, dijiste que podía confiar en ti, por favor -se separo y le observo con suplica.
— Lo sabe tu padre? -susurró con suavidad y el menor negó con lentitud, bajando la mirada por completo.
— Tengo suficiente con este horrible sentimiento en mi pecho...no quiero que mi padre sufra...no quiero que sienta el odio que yo siento...el dolor que yo siento, no puedo permitirlo -admitió.
— Dios, Stiles -suspiró ligeramente, abrazándole de nuevo y marcándole excesivamente con su aroma.
— Puedes repararlo? -susurró extremadamente bajo.
— Lo intentaré -respondió, separándose ligeramente, para después tomar su mejilla con suavidad y pegar las frentes de ambos.

Derek definitivamente le daría una visita a aquella blasfemia.

Un millón de perdones por la tardanza, he tenido un par de semanas muy demandantes. Espero que les guste.

Can you fix it? -SterekWhere stories live. Discover now