.Vet.

2.2K 236 28
                                    

Stiles observó fijamente a Deaton.

Ni siquiera Scott podía estar 100% seguro de lo que este pensaba con exactitud, su aroma contenía todo tipo de emociones mezcladas, prácticamente el chico parecía estar a nada de ponerse a llorar o gritar, incluso de golpear al pobre druida.

— Cómo que no sabes lo que está pasando? Derek está malditamente inconsistente en tu fría mesa de operaciones -reclamó, frunciendo su entrecejo exageradamente.

Llevaban casi una hora en la veterinaria, el pobre druida estaba apunto de irse a casa pero Stiles irrumpió de último minuto, con Derek más pálido que una hoja de papel y apunto de perder la consciencia. El druida de inmediato entró en acción, revisándole y preguntándoles cosas a ambos, sin embargo a mitad del interrogatorio Derek soltó un fuerte aullido (lo cual definitivamente atrajo a la manada) y cayó completamente inconsciente.

— Stiles, tranquilízate, se que todos estamos alterados pero debemos mantener la calma -respondió Scott- — Deaton no ha dicho eso, él dijo que no esta seguro, hay muchas posibilidades -explicó con la mejor tranquilidad que pudo reunir.
— Entonces? HAGAN ALGO! Exámenes, pruebas lo que sea, Dejarán morir a Derek así como así? -les observó incrédulo, dejando escapar un par de lágrimas.
— No está muriendo...-murmuró Lydia a un par de metros, cruzando la puerta de la habitación.

La manada se encontraba esperando por un diagnóstico en la pequeña sala de espera, escuchando con dolor como el pobre humano sufría cada segundo.

— Lydia? -susurró Stiles, observándole con algo de temor, tomando la mano de su lobo.
— No está muriendo -repitió, su mirada perdida en algún punto de la habitación.
— Qué...Qué le sucede entonces? -preguntó ligeramente más aliviado, limpiando sus lágrimas con algo de rudeza.
— No lo se...pero estará bien...esta sanando -respondió suavemente, para después darse la vuelta y regresar a la sala de espera.

Stiles no pudo evitar seguir ligeramente a la pelirroja, observando a la distancia cómo está volvía a tomar asiento, ignorando las miradas de toda la manada y se dedicaba a observar sus uñas recién pintadas sin ninguna clase de emoción.

Realmente no sabía si amarla o odiarla en ese momento.

Después de observarle por un buen minuto este se dio la vuelta para regresar a la sala de operaciones, dándose cuenta de inmediato de que ahora había un pequeño lobo tomando la mano de Derek.

— Tío Dedek -susurró el pequeño, apretándole con suavidad, para después llevar su otra manita al estómago de este- — Sana sana colita de rana...-comenzó a canturrear.

Stiles por poco se olvida se la horrible situación en la que estaban, aquello era increíblemente precioso.

— Lo siento chicos -interrumpió Isaac, entrando a la habitación y acercándose a su hijo de inmediato- — Me he distraído un momento con lo de Lydia -agregó apenado, cargando al pequeño.
— Papi...-replicó, mostrando un pequeño puchero.
— Papi nada, tienes que dejar a los adultos concentrarse, ademas es hora de tu siesta señorito -le regaño, saliendo del lugar.
— Es un niño muy lindo...-murmuró Stiles con una pequeña sonrisa sin muchos ánimos, para después observar al veterinario- — Qué haremos? -preguntó un poco más tranquilo.
— Pues el sangrado se detuvo, quizá sería buena idea llevarle a casa... -sugirió Deaton- — Denle una ducha y ropa limpia, dejemos que descanse muy bien y le veré al amanecer, honestamente no quiero inyectarle o darle algo, no estoy seguro de lo que sucede y podría empeorar la situación, seguiré investigando cuando llegue a casa y quizá encuentre una respuesta, te daré un par de recomendaciones en caso de que veas algo más fuera de lo normal -explicó, tomando una libreta para escribir un par de notas.

Honestamente Stiles no estaba muy convencido con aquella respuesta, pero también sabía que no había demasiadas opciones y definitivamente no dejaría al lobo en aquel lugar.

Y entonces finalmente algo bueno sucedió.

— S...Stiles -murmuró el lobo con dificultad, abriendo ligeramente sus ojos.
— Derek...-respondió el humano, abrazándole con suavidad.
— Qu...Qué pasó? -susurró, colocando una mano sobre su estómago.
— No lo sabemos Sourwolf -admitió separándose- — Pero Lydia dijo que estarás bien...Cómo te sientes? Aún duele? -le observó angustiado.
— Me...me siento bien...mi lobo está algo inquieto...pero bien...-respondió con más fuerza, levantando su torso para quedar sentado sobre la mesa.
— Casi me das un infarto idiota, a la próxima dame un aviso de veinticuatro horas o algo -bromeó, dejando un pequeño golpecito sobre su hombro.
— Ouch...Uno ya no puede morir en paz? -le siguió el juego.
— No, tú no tienes permitido morir por lo menos en cien años, lobito dramático -respondió de inmediato, abrazándole de nuevo.
— Jamas podría dejarte -acarició su espalda con suavidad, dejando un pequeño beso sobre su hombro.
— Chicos -interrumpió Deaton- — Lamento interrumpir, pero necesito saber algo -observó a Derek con seriedad- — Recuerdas algo de lo que pasó antes o durante el tiempo que estuviste inconsciente? -preguntó.
— La verdad no -respondió, cambiando a un tono ligeramente hostil- — No recuerdo nada y tampoco he consumido nada u hecho nada fuera de lo normal, no he insultado a una bruja, tocado un objeto embrujado, ni he leído algún libro extraño, Podría largarme de aquí? Me muero de hambre -le observo claramente irritado.

Todas las miradas de la habitación se encontraban sobre Derek. Hace un par de minutos parecía estar a punto de morir y ahora se comparta pésimo y decía tener hambre? Definitivamente aquello no era normal.

— Derek -le regaño Stiles, observándole con el ceño fruncido.
— Su lobo está a la defensiva -confirmó Scott, mostrando sus ojos de alfa y ganándose un gruñido de este.
— Derek -le llamó Deaton- — Estas bien, nadie te hará daño, Stiles te llevará a casa y descansaras, mañana temprano iré a verte, Esta bien? -explicó con suavidad.
— Bien -susurró, abrazando su estómago y encogiéndose ligeramente.
— Vamos, te ayudo -Scott intento tomarle del brazo pero este le rasguño- — HEY! -se aparto, sosteniendo su brazo para detener la pequeña hemorragia.
— Oh Dios, DEREK! Qué te sucede? -se acercó a su amigo para observar la herida, si embargo está sano de inmediato.
— No toques -murmuró apretando el agarre sobre su cuerpo y arrugando su nariz con molestia, para después colocarse de pie por su cuenta.
— Chicos -interrumpió el veterinario- — Lo mejor es que Stiles lleve a Derek a casa, su lobo no está muy feliz y no queremos causar más problemas -ordenó, recibiendo un asentimiento por parte de ambos.
— Me llevaré a la manada para evitar confrontaciones, gracias por todo Deaton, nos vemos chicos -se despidió con una sonrisa comprensiva.

Un par de minutos después ambos chicos se encontraban sentados en el Jeep en completo silencio, Stiles completamente pensativo y Derek ligeramente perdido.

— Lo siento...Estas molesto? -susurró el mayor, estirando su mano para tomar la de su humano.
— Lo se, no es tu culpa....y no, no estoy molesto -suspiró con suavidad, llevando la mano del lobo a sus labios para besarle con suavidad- —Sólo estoy preocupado por ti...no quiero que te pase nada -le observo con preocupación- — Te llevare a casa, Esta bien? -preguntó con suavidad, recibiendo un asentimiento.

Era obvio que Stiles no se quedaría con los brazos cruzados, como siempre el chico necesitaba respuestas, él también pondría manos a la obra. Esta vez él necesitaba repararlo.

— Te amo -soltó el lobo.
— Te amo mi lobo enfermito -respondió con una pequeña sonrisa, arrancando el Jeep.

Hola! Perdón si este capítulo no está muy bueno, he tenido un grave bloqueo mental y esto es lo mejor que he logrado haha, igualmente perdón por la tardanza, nos leemos pronto.

Btw, No olviden dejar un comentario! Me encanta leer lo que piensan!

Can you fix it? -SterekWhere stories live. Discover now