𝟎𝟐𝟎. 𝐦𝐲𝐬𝐭𝐢𝐜 𝐟𝐚𝐥𝐥𝐬

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alexitimia ━ ━ vol ii020

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alexitimia ━ ━ vol ii
020. mystic falls

Mia había despertado en el asiento delantero del camión de Klaus. Estiró sus brazos mientras bostezaba levemente. 

—Buenos días.—se frotó sus ojos. 

Klaus la observaba de reojo mientras se concentraba en manejar, suspiró un momento antes de tenderle una bolsa. 

Mia lo miró y la tomó, cuando abrió su contenido sus ojos brillaron. 

—Tu desayunó.—le había comprado unos hotcakes de pasada para que los comiera cuando despertará. 

—Gracias.—Mia se quiso acercar a besarlo pero Klaus con todas sus fuerzas e orgullo se quito.—¿Qué pasa? 

—No puedes besarme.—se negó, pero por dentro se moría por hacerlo. 

—Ayer lo hice. ¿Por qué hoy no? —preguntó. 

—Escucha amor no puedes besarme, estoy enojado contigo por mentirme.—le hizo saber. 

—Yo no te mentí.—negó. 

—Se que Elena está viva.—comentó apretando el volante con enojó. 

—Yo también.—concordo con el. 

—Me mentiste. —la acuso empezando a molestarse. 

—No.—movio su cabeza negando. Le dio un mordisco a su Hotcake y trago.—Tu nunca preguntaste. Si me hubieras preguntado si Elena estuviera viva te lo diría. Pero tu nunca preguntaste. —le explicó. 

Klaus pensó en sus palabras y supo que tenía razón. El nunca preguntó. Mia no le mintió. Si él le hubiera preguntado ella le hubiera dicho, la chica nunca mentía. 

Se quedó en silencio unos momentos viéndola comer. Se veía tan inocente y frágil que sólo quería cuidarla. 

—¿Por qué?—preguntó simplemente. 

Mia lo miró.—No soy una adivina, tienes que completar la pregunta.—le dijo. 

—¿Por qué me besaste? —completo la pregunta. 

—Bueno Bob y Clark dijeron que cuando una persona te gusta la besas.—explico mientras le tomaba a su jugo. 

Klaus abrió sus ojos sorprendido.—¿Te gustó? 

—No se muy bien eso, pero me gusta estar cerca de ti.—el híbrido entendió que Mia no podía expresar sus sentimientos correctamente. 

Una esperanza surgió dentro de él y una pequeña sonrisa empezó a crecer en su rostro sin poder evitarlo. El enojo que sentía se fue. 

—También me gusta estar cerca de ti.—admitió el. 

Cuando Mia hiba a hablar se escucho un golpe en la parte trasera del camión. 

𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐓𝐈𝐌𝐈𝐀,  𝗄𝗅𝖺𝗎𝗌 𝗆𝗂𝗄𝖺𝖾𝗅𝗌𝗈𝗇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora