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alexitimia ━ ━ vol ii 027. dinner
Mia estaba mirando la caja de terciopelo negro que le habían dejado ayer. Al abrirla, se encontró un hermoso brazalete de oro forrado con diamantes que colocaba el cojín de terciopelo.
Al recogerlo, una pequeña nota cayó de la caja "Siempre estaré a tu lado, petit papillon". K.M, decía haciendo que Mia sonriera levemente.
—Veo que te llevas bien con, mi hermano—una voz acentuada habló desde el otro lado de la habitación de la chica.
Mia quién reconoció la voz se dio vuelta de inmediato.
—Señor Elijah… —se acercó a él mientras él hombre sonreía feliz al saber que la chica le tenía un aprecio.
—Señorita Mia, es bueno verla de nuevo.—el vampiro le sonrió cariñosamente.
—¿Que hace aquí? ¿Como despertó? —le preguntó mientras se sienta junto a él.
—Esperaba que me hicieras el honor de acompañarme a una cena que estoy organizando en la mansión más tarde esta noche—le dijo desde su lugar.
—Depende que de vayamos a comer.—le dijo mirándolo haciendo que Elijah sonriera.
—Hamburguesas quizás.. —mencionó distraídamente viendo sus fotos.
—Estaré ahí a las 8—afirmó la chica.
❍❍❍
Se escucho el timbre de la casa Mikaelson causando que tanto Rebekah como Klaus se levantarán de un salto esperando que fuera Mia.
Elijah como siempre sin perder la elegancia se puso de pie y avanzó a la puerta viendo como sus hermanos peleaban por quien iba a abrir.
—Muévete Rebekah.—la empujó el híbrido.
—Es mi mejor amiga. —le regreso el golpe.
—Así pues ella es… —se cayó al recordar como su noble hermano no tenía idea de que el salía con Mia.
Estaba seguro de que lo mataría cuando se enterara.
—Vamos termina tu frase.—lo incitó Rebekak con burla.
Elijah abrió la entrada de la casa y vio a una Mia parada esperando. Sonrió viendo cómo la chica se veía hermosa.
Traía puesto un vestido de estampado de flores como de costumbre y una camiseta de manga larga blanca por debajo. Tenía puestas unas botas negras y su cabello estaba en una media cola.
—Debo decir que te vez hermosa.—la saludo dándole un beso en su mano.
—Gracias, usted también se ve guapo señor Elijah.—el hombre sonrió y entrelazaron sus brazos para ir al comedor.
