Pᴀʀᴇᴊᴀ Pᴏʟɪᴀᴍᴏʀᴏsᴀ || Bonten

•12•

Una peli rosa estaba tendida en su cama, realmente ya había terminado de mirar todo el papeleo que le había entregado Kokonoi, estaba cansada, pero no lo suficiente como querer dormir, por lo cual quería hacer algo productiva en la pequeña hora que quedaba antes de que la cena fuera servida.

Una idea pasó por su alocada mente y rápidamente corrió por todos los pasillos de aquella mansión.

Al girar en una esquina no calculó bien y se acabó chocando contra la pared, eso había dolido bastante.

La fémina miró a su alrededor mirando si alguien había contemplado su torpe acto, por un momento pensó que no había nadie, pero de repente vió a los hermanos Haitani parados en mitad del pasillo, pues acababan de salir de su cuarto para dirigirse al salón, pero les fue inevitable no ver cómo su novia se estrellaba contra una pared.

Ran se comenzó a reír como un desquiciado, en cambio Rindou se acercó a la de orbes grises para comprobar si estaba bien.

En el fondo el Haitani menor se estaba muriendo de la risa, quería reírse a carcajadas como su hermano, pero el no era un sinvergüenza como él, así que retuvo sus carcajadas y ayudó a su novia.

La frente de la peli rosa se comenzó a poner de un color levemente rojo y sangre comenzaba a salir de su pequeña nariz.

— Creo que se me están cayendo los mocos — decía atontada, después de todo aquel golpe había sonado bastante doloroso.

— Rei — llamó Rindou y esta lo miró mientras de su nariz salía aquel líquido rojo — No se te están cayendo los mocos, te sangra la nariz — rectificó.

Decidieron acompañar a Reiko a la enfermería, no querían que por el camino se chocara de nuevo y acabara peor.

Mientras caminaban Ran ya había calmado su risa y simplemente miraba levemente preocupado a la chica, aunque de vez en cuando recordaba aquel golpe y se reía sin poder evitarlo.

Llegaron a la enfermería de aquella mansión, como eran una organización criminal tenían una para cualquier ocasión en la que a alguien le ocurriera algo.

Rindou le colocó a Rei una bolita de papel en la nariz después de haber detenido el sangrado.

También le puso crema en la frente para que se le bajara el inchazón.

Una vez terminado la dejó libre, no sin antes decirle un sermón sobre que debía tener cuidado al correr y que mirara por donde iba.

Al salir ella ya ni siquiera recordó que era lo que iba a hacer antes, así que simplemente volvió a tomar rumbo a su habitación.

— ¿Qué te pasó? — preguntó aquel peli blanco de cabello corto al ver como la fémina bagaba por los pasillos.

— ¿Eh? Oh~ me choque contra una pared por accidente — soltó una carcajada.

Cuando Rei se golpeaba siempre se ponía tonta y parecía que sus pocas neuronas dejaban de funcionar, a menos que estuviera en una misión, en esos momentos olvidaba su tontez, no podía poner su vida en peligro por eso obviamente.

— ¿Estás bien? ¿Te curaste tú? — volvió a preguntar mientras sujetaba su cara suavemente para observar que no tuviera ninguna herida más.

— Estoy perfec~tamente — decía juguetona — Me curó Rin.

Manjiro suspiró aliviado, al menos ella no se había curado, ella no podía ni ponerse una tirita sin que lo hiciera mal.

— Debes de tener cuidado Iko — la llamó por aquel apodo que solo a veces le decía, pero que últimamente la nombraba mucho así.

— Me gusta mucho ese apodo — pasó sus brazos por su cuello para darle un corto beso.

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy.

Una linda personita me pidió en el cap anterior si podría subir un capítulo en el que Mikey no fuera tan frío, si estás leyendo esto, quiero que sepas que cuando tenga ideas subiré algo de él y te etiquetaré, solo que ahora no se me ocurre nada, pero pensaré en algo lo juro :>

Por cierto, ¿vieron la imagen de multimedia? La ví en pinterest y no pude evitar ponerla, créditos a la persona que hizo ese fanart, enserio tiene mucho talento, me gustaría poder dibujar así.

Le rezo a Sanzu con tacones (aquí es cuando aparece mi lado simp)

Muchas gracias por leer, votar y comentar <3