WhatsApp | Supercorp

Capítulo 17

Capítulo narrado

Lena leyó varias veces el mensaje que Kara le había enviado hace apenas cinco minutos. Su corazón latía tan velozmente que pensó que tal vez iba a morir ahí mismo, pero descarto la idea cuando un segundo audio llegó a su chat.

—Pero eso no es problema para mí. Podemos ser buenas amigas si eso quieres —fue lo que escuchó a través de sus audífonos.

—¿Buenas amigas? —preguntó en voz alta. Pocos segundos después soltó una risita, claramente no tenían las mismas ideas.

Número desconocido: No quiero ser tu amiga, Kara.

Kara: No puedo ofrecerte nada más, desconocida.

Lena pensó que quizás era un buen momento para decirle su nombre. No le gustaba la idea de que Kara la llamara desconocida desde ahora en adelante.

Número desconocido: Me llamo Lena. Ya no tengo por qué esconderlo.

Kara: Es un lindo nombre.

Kara envió aquello tan rápido que no se dio cuenta de su verdadero significado. A ella realmente le gustaba aquel nombre.

Lena: ¿Tú crees?

Kara: Claro. Igual que el mío.

Lena: No hay comparación, el tuyo es mucho más hermoso.

Kara no pudo evitar sonreír al leer lo que Lena le escribió. Una idea le pasó fugazmente por la cabeza ¿Y si la llamaba? Así podría escuchar su voz por primera vez.

Sus manos temblaron ligeramente al enviar su próximo mensaje.

Kara: ¿Estás ocupada?

Lena: No, ¿Por qué?

"Si no está ocupada entonces podría llamarla sin ningún problema." Pensó.

Salió de WhatsApp para poder entrar a llamadas. Una vez lo hizo, marcó rápidamente el número de Lena.

Primer tono...

Segundo...

Lena no sabía el por qué de la repentina llamada de Kara, pero no podía cortarle.

—Hey —contestó la ojiverde.

La rubia sintió su corazón palpitar fuertemente contra su pecho cuando escuchó la voz de Lena. Era rasposa pero al mismo tiempo suave, un agradable sonido que gustaría escuchar muchas veces más.

—¡Hola! —saludó Kara, tratando de que su voz no sonara nerviosa, aunque era difícil en aquellas circunstancias—. Uhm, ¿Cómo estás?

—Bien... —murmuró Lena sintiéndose un poco idiota al respecto—. ¿Y tú?

—Bien también —el silencio que se formó a continuación era bastante incómodo, así que Kara decidió romperlo—. Eres más callada ahora que hablamos por teléfono —soltó, pero a los pocos segundos se arrepintió temiendo que Lena se incomodara para luego cortar la llamada.

Sorprendentemente en vez de eso sólo escuchó una risita al otro lado de la línea.

—Ahora es distinto.

—¿Por qué? —la menor no sabía en qué momento se había acostado mirando al techo para después sonreírle a éste, pero se sentía bien, así que se quedó ahí.

—No sé si recuerdes todos los mensajes que he estado enviándote estos últimos días.

—Por supuesto que sí —confirmó Kara.