Sebastián Hernández.

302 40 0
                                    

   Caminando por la plaza por la tarde, Camilo y Sebastián hablan de todo un poco. Sebastián acompaña al mágico Madrigal a casa luego de una agradable cita en el río, su primera desde que se habían vuelto una pareja. No era la primera vez que iba al río con el castaño como amigos, pero ahora había sido más especial.

En el momento en que pasan por la fuente, una banda comienza a tocar para los pocos espectadores y personas que pasaban por allí.

Inmediatamente Camilo se emociona, siendo el amante por el baile que era. Y el chico Hernández no era un mal bailarín, pero sólo bailaba en reuniones especiales, no en medio de la plaza. Además, nunca había bailado con el cambia formas, quien desprevenido le toma de las manos y le jala más cerca de los músicos, mirandole con un brillo en sus ojos que sólo podían decir una cosa.

—Baila conmigo.

—¿Aquí? —Seb se vuelve tímido, temiendo que las personas les vieran raro por ser ellos dos bailando juntos.

—Es sólo bailar. —el rizado Madrigal le jala cerca, y luego comienza a moverse al ritmo de la música con una sonrisa enorme en su rostro.

Sebastián siempre a sido débil ante esa y todas las sonrisas de Camilo, así que no tiene de más y se deja llevar por la música y su pareja, imitando sus pasos, girando y haciendo girar al castaño en una perfecta combinación. Y no importa si hay personas que se les quedan viendo (aunque ninguna con un mal sentimiento) porque entre risas y pasos de baile, ambos se divierten hasta el cansancio, bailando unas dos piezas más antes de terminar demasiado agotados para incluso mantenerse en pie.

Es así como terminan sentados en el piso recostados de la fuente, mirándose con cariño mientras intentan calmar sus respiraciones.

—Eres un buen bailarín. —Camilo halaga.

—Aprendí del mejor. —Sebastián regresa, recordando todas esas clases de baile que Camilo y su familia le dieron cuando era tan sólo un niño.

—Me alegra escuchar que admites que soy el mejor. —el cambia formas menciona falsamente arrogante, ganándose una risa estruendosa de parte de Sebas.

—Hablo de tu padre. —él corrige bromista, ganándose un empujón de hombros de parte del castaño. —Esta bien, tu también bailas bastante bien. —acepta, acercando su mano en el piso hasta tomar la de Camilo a su lado, entrelazando sus dedos por sobre los del otro chico, compartiendo una mirada cariñosa.

"Enamorado" | Camilo Madrigal [BL]Where stories live. Discover now