Sebastián Hernández.

233 41 1
                                    

   Camilo era bueno para dar apodos tiernos a quienes consideraba cercanos, pero era malísimo para recibirlos. Sebastián lo descubre una vez, cuando sin pensarlo le había llamado por "lindo" en vez de su nombre o alguna abreviatura de el. Desde entonces, lo hacía bastante seguido para molestar al cambia formas. Él siempre le estaba haciendo alguna broma, así que un poco de venganza a su manera no era mala.

Y ese día, Sebastián estaba lleno de unas enormes ganas de molestar a Camilo, así que fue hasta casa Madrigal en su búsqueda, entrando con el permiso de casita. Encontrandolo en el patio con Mirabel, se acerca a él.

—Hola, lindo. —se sienta con los primos Madrigal en el césped, besando la mejilla de Camilo rápidamente. Y el pequeño gesto acompañado de la palabra "lindo" hace que la cara del cambia formas se caliente inmediatamente.

—Hola. —el castaño regresa tímido, debía admitir (aunque le doliera) que había perdido en un juego que él mismo inició. Sebastián ya parecía inmune a sus apodos tiernos, pero él seguía siendo débil.

—¿Que hace la cosa más linda de Encanto hoy día? —pregunta acercándose más al chico Madrigal, haciendo que sus hombros rozaran.

—No hagas eso. —el pecoso de rizos cortos se hunde avergonzado.

—¿Qué cosa, cariño? —Sebastián finge inocencia, mirando atentamente a los ojos verdes de Camilo, quien los desvía tímido.

—Llamarme así. —explica a medias.

—¿Por qué? —Y sin preverlo, el cambia formas es atrapado en un abrazo cariñoso por parte de su pareja. —Si tu eres, Camilo Madrigal, el niño más precioso, hermoso y divino de todo Encanto, ¡Mi amor! —exagera besando el rostro de este sin parar, hasta que muta en Antonio y escapa de su abrazo huyendo dentro de la casa.

Riéndose al verlo irse avergonzado, Sebastián piensa que podría hacer eso todo el tiempo.

—¿Cuándo dejaras de molestarle así? —Mirabel pregunta luego de reírse, arreglando sus lentes para verle.

—Su última broma me dejó el cabello verde por una semana, así que quizás el mismo tiempo. —Hernández piensa mirando hacia el cielo. En realidad, estaba disfrutando demasiado eso. Amaba llenar a Camilo de un exagerado amor lleno de cumplidos y apodos empalagosos. —O un poco más. —agrega levantándose. —Ire a buscarlo, debe estarse quejándose con Bruno. —señala hacia la casa. —¿Me acompañas?

—No gracias, por hoy he tenido más que suficiente de mi dosis diaria de ustedes dos siendo cursis. —la castaña menciona con una mueca y luego una sonrisa.

Despidiéndose, Sebastián pide ayuda a casita para encontrar a Camilo, atrapandolo en la habitación de Antonio.

"Enamorado" | Camilo Madrigal [BL]Where stories live. Discover now