Prólogo

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Una noche de camino a casa, con el alma destruida, invadida de dolor y profunda desilusión. Encontré al amor de mi vida en la recepción...

Él, un par de años menor. Pero mí corazón, eso fue lo que menos notó y con el pasar de los días, en vez de alejarse, se aferró a algo que nos llevó a la destrucción y a una inevitable, separación.

Aunque, dicen que cuando las almas gemelas están destinadas a estar juntas, nada impide su evolución y con ello...

Una gran revolución de amor.

— Hola, Lucey.
— Hola, Thomas.

Hasta Que El Destino Quiera ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora