A-18 x Lectora

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El día a día es completamente aterrador; un mínimo error y terminas muerto. Nunca se sabe cuándo ni dónde atacarán. Y yo, personalmente, nunca he visto cómo lucen esos demonios que andan destruyendo ciudades como si de un juego se tratara. Lo importante es que nunca salí herida debido a que he tenido la suerte de estar razonablemente alejada de la destrucción.

Estaba intentando hacer mis compras de la semana, cosa que es muy complicado porque estos seres se la pasan destruyendo todo y la mercadería es casi imposible de reponer, sin mencionar el hecho que la gente pelea por conseguir un pedazo de pan. Me entristece de sobremanera esta situación, pero sueño con el día en el que estos androides desaparezcan.

Ya saliendo del supermercado, me encuentro con una humilde tienda de ropa. A simple vista se veía que su mercancía era de buena calidad y a un precio accesible. Sin dudarlo, entré y empecé mi búsqueda. Al cabo de unos minutos, fui interrumpida por quien yo creía era la empleada. Una chica de como un metro sesenta y cinco, el pelo rubio, lacio hasta sus hombros y sus ojos tan celestes y fríos como el hielo.

— Oh, lo siento. Aún no termino de encontrar algo que sea de mi estilo.

La chica río levemente y negó con la cabeza, en lo que agarraba un vestido rosa chicle del perchero.

— No trabajo aquí, solo quería tomar esto. Tienen ropa muy bonita.

Asiento dándole toda la razón. La rubia me guiña el ojo, haciendo que me sonroje un poco, pero no le tomé importancia y continué mi búsqueda.

No me lo esperaba, pero esta joven volvió a aparecer al cabo de unos segundos con otro vestido; este era verde pálido, con un poco de escote y algún que otro volado, es precioso.

— Este te quedará precioso, me haría mucha ilusión que lo uses para caminar por la ciudad.

Lo tomé sin comprender demasiado la situación y le di las gracias por facilitarme la búsqueda. Me lo probé y parecía ser que estaba hecho especialmente para mí. Tiene un muy buen ojo. Al salir del probador, la joven ya no se encontraba en la tienda de ropa. Suspiré algo decepcionada conmigo misma por no haberle preguntado su nombre.

Al día siguiente, al salir del trabajo, decidí parar en una cafetería por algo dulce. Hace mucho calor y si no consumo azúcar pronto, lo más probable es que me desmaye camino a casa. Ni siquiera había terminado de escojer una mesa que logro dislumbrar una figura con cierto vestido rosa chicle. No voy a mentir, le quedaba precioso. Nunca había visto a una mujer tan hermosa como ella. Al acercarme con paso medianamente apresurado, la joven se da la vuelta y al percatarse que se trataba de mí, esbozó una gran sonrisa.

— Hey, me da gusto verte y que usas el vestido que te elegí. No me equivoqué, de verdad te queda espléndido.

Volví a sonrojarme y como pude, intenté replicar el cumplido.

— Lo mismo digo, te ves hermosa con el tuyo. El rosa te sienta excelente.

La invité a sentarse conmigo a comer algo, de igual manera ella se negó, puesto a que estaba ahí con su hermano y como no quería ser mal trío, no le insistí.

Al recibir mi pedido, la mesera se disculpó y me sugirió que me apurara en terminar de comer, puesto que los monstruos se encontraban cerca de allí, y no solo eso, me comentó que aquella tienda de ropa fue luego reducida a cenizas. Justo después de haberme ido para mi casa.

Con sorpresa procesé esa nueva información. Se me hace extraño tener tanta suerte cuando se trata de los androides; nunca me encuentro cerca de la destrucción. Es como si hubiera alguien que me mantiene protegida de las desgracias.

Noté el peso de la mirada de la joven rubia, y cuando la observé, me guiñó el ojo. Su aire de misterio la hace ver aún más hermosa.

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Les soy sincera, quiero escribir esto pero desde la perspectiva de la androide 18. Si les interesa esa "continuación", háganmelo saber 🤩.

Ah, y ya voy a ponerles títulos a mis nuevos one shots, es que no se me ocurre nada 😬.

—Kasumin 💫

Dragon Ball One ShotsOnde histórias criam vida. Descubra agora