Entre Nosotros - Izuku x Nejire -

[CAPÍTULO 14]

Izuku: ¿Cómo era mi vida?

Nejire: Sí, desde que te conocí me di cuenta de que fuiste un chico solitario, y me he estado preguntando que fue lo que tuviste que pasar.

Izuku: Bueno, no lo sé.

Nejire: ¿No?

Izuku: Bueno, sí. Pero no te voy a decir.

Nejire: ¿Por qué?

Izuku: Porque si lo hago terminaré sufriendo más, porque si te digo lo que soy no volverás a verme como me ves ahora.

Nejire: Nada va a cambiar la forma en como te veo.

Izuku: Y si te dijera que maté a una persona, ¿me verías igual?

Nejire: ¿Q-qué significa eso?

Izuku: Voy a salir, vuelvo luego.

Nejire: ¡Espera! Explícame lo que me acabas de decir.

Izuku: Ni si quiera sé si pueda explicarlo, vuelvo en un rato.

Nejire se quedó sola procesando todo, no podía creer que la persona cariñosa con la que ha vivido medio año hubiera hecho eso.

Nejire: ¿En serio hiciste eso?

Izuku se encontraba caminando por el parque, veía como las personas la pasaban tranquilos, las familias unidas, las madres dándole cariño a sus hijos. Él sentía que eso era lo que necesitaba en el momento más importante de su vida.

Izuku: La vida no es un manga después de todo.

Al ver el semáforo en rojo se detiene, veía los autos pasar y con eso a la gente en su interior, lo que habló con Nejire le hacia sentir vacío, recordar algo que nunca quisiste volver a ver te da una sensación rara, él se dio cuenta que en ese momento perdió su humanidad.

Izuku: (A veces me pregunto porque vale la pena vivir en este mundo, todos vamos a morir tarde o temprano)

A su lado pasa un niño corriendo, la madre dio un grito de terror al ver que su hijo estaba por ser atropellado pero en eso Izuku logra rescatarlo.

Izuku: ¿Estas bien?

- Gracias, señor.

Él solo se aleja para ver la escena de la madre abrazando a su hijo, a su mente llega la imagen de un oso de peluche ahorcando a un niño pequeño.

Izuku: (Ni siquiera sé porque nací)

Siguió caminando sin importarle el camino, solo seguía el atardecer que estaba presente, la tranquilidad llenaba su cuerpo. Después de un rato se da cuenta que llegó a un campo y a lo lejos estaba una pequeña ciudad, pero lo que llamaba más la atención era una casa en llamas.

Izuku: ¿Cuánto caminé?

En eso se percata que el tiempo se había vuelto más lento, los pájaros apenas se movían.

Izuku: Ya veo, me desmayé del cansancio.

Al despertarse se da cuenta que estaba acostado en una parada de autobuses.

Izuku: ¿Qué debo hacer?

Ante él se veía una tienda de mangas, solo se acerca para ver los que había. En eso encuentra uno que se le hacía familiar, tenía de portada a un caballero y a una reina.

Izuku: Me lo llevo.

Tras varias horas de caminar Izuku vuelve al parque para leer el manga que compró.

Izuku: Es como lo recordaba.

Monoma: ¡Ahí estás!

Izuku: ¿Mmm?