Entre Nosotros - Izuku x Nejire -

[OVA 1]

El infierno fue destruido, su tortura eterna desapareció, los peores años de su vida estaban en el olvido. O eso era lo que quería creer, su vieja casa terminó hecha cenizas, todo el lugar fue afectado por el fuego, todas las cosas dentro de ahí ya no existían, todo era mugre y cenizas, en eso se volvió el cuerpo de su madre al no poder sacarla de ahí.

Ahora nos centramos en el invierno, la temporada más mortal del año, el frio tal vez pueda ser divertido para algunos pero para otros significa nuerte, peligro.

Eso es lo que pensaba Izuku Midoriya, un niño de 9 años que vagaba por las calles, ya habían pasado tres años desde que sucedió el peor día de su vida. El día en que su madre murió y mató a su padre, en sus manos aun tenía la carta que ella le dejó antes de quitarse la vida.

Su piel estaba muy pálida, sus brazos y piernas estaban muy delgados, sus manos estaban cubiertas de sangre por comerse las uñas a tal extremo de que se tiñeran de rojo. Él ahora mismo se siente una basura, una mierda, no sabía que hacer, estaba solo en el mundo.

Izuku: (Tengo hambre, mamá)

Todo el cansancio, la sed y el hambre jugaban con su mente, el chico veía cosas que en realidad no debería de ver, no lo debe recordar. Al final ya no pudo más y cayó al suelo a un lado de un contenedor de basura.

En su sueño todo era como en el mundo del manga que leyó, él se veía como el caballero de la historia y enfrente suyo estaba su madre, la reina. Se sentía tan feliz de tenerla a su lado y corrió para abrazarla, pero la imagen cambia al momento en como murió, fue ahí que todo se volvió oscuridad, el suelo estaba cubierto de sangre y en su mano estaba un cuchillo teñido de rojo.

Hisashi: ¡Tu!

Enfrente suyo estaba su padre, el monstruo, de su cuello cortado estaba saliendo toda esa sangre que cubría el piso.

Hisashi: ¡Tu nos mataste!

El monstruo en el momento en que iba a matarlo el chico despierta, su corazón latía como loco, el sudor recorría todo su cuerpo, pero todo eso lo dejó a un lado cuando se dio cuenta de su alrededor. Él ahora mismo se encontraba en una casa, en específico una cabaña, estaba sobre un montón de heno y al momento de levantarse decide revisar todo el lugar.

Todo lo que veía era nuevo para él, las sillas, los relojes, las ventanas, todo era extraño, era un nuevo mundo.

- Así que ya despertaste.

En el instante en que escuchó esa voz se dirige a atacarlo pero el sujeto se hace a un lado para luego retenerlo.

- Tranquilo, niño.

El infante solo respondía con gruñidos, el hombre tuvo que esperar un momento a que se calmara para así hacer las cosas más fáciles. Izuku al tenerlo enfrente pudo fijarse bien en el hombre, era un señor de cabello blanco con una cicatriz en su labio.

- ¿Todo bien ahora?

Izuku: Mmm.

- Bien.

Izuku: ¿Quien ser usted?

- ¿No te enseñaron a hablar bien? Me pregunto que clase de vida tuviste.

Izuku: Responder.

- Bien, soy Sorahiko Torino, ¿y tu?

Izuku: Izuku...Midoriya.

Torino: Pues es un gusto conocerte, Izuku, ven que ya está lista la cena.

Con mucha hambre sigue al hombre hasta llegar a un comedor, ahí pudo fijarse en toda la comids que estaba en la mesa por lo que se apresura a sentarse y comer.

Torino: Por lo visto si tenías hambre.

Izuku: Siempre.

Torino: Ya veo.

Luego de un rato Izuku estaba lleno, enfrente suyo estaban más de diez platos vacíos.

Izuku: Gracias.

Torino: No hay de qué.

El niño se baja de su asiento para dirigirse a lavar los platos.

Torino: Hey, ¿que crees que estas haciendo?

Izuku: Limpiar.

Torino: ¿Por qué?

Izuku: Al comer debo limpiar mi plato.

Torino: Yo lo haré, así que ve a descansar o haz algo de mientras.

Izuku: Bueno.

Haciendo caso a esas palabras Izuku solo va a la habitación donde había dormido y decide acostarse en ese montón de heno. No sabía que hacer en esas circunstancias, alguien estaba siendo amable con él, algo que no había pasado en años.

Izuku: Debo irme.

A escondidas sale de la cabaña para volver a su vida solitaria, Torino por su parte terminó de lavar los platos y va a buscarlo pero no lo encuentra y con eso llega a una conclusión. Por ello va a un closet donde estaba su ropa de salida.

Torino: Voy por ese niño.

Izuku por su parte estaba llegando a la ciudad y ya era de noche, el frio se había hecho más fuerte y eso no le gustaba. En eso pasa por un callejón y varios tipos salen de ahí para seguirlo, el chico se dio cuenta de eso y comenzó a correr, corrió como pudo debido al frio pero era en vano.

Al final los sujetos lograron atraparlo y lo comenzaron a golpear, lo trataban como si fuera un perro callejero, Izuku no podía hacer nada ante esa situación. En su mente estaban pasando muchas cosas, él con gusto aceptaba su muerte, ya no quería seguir viviendo así. Ya no quiere vivir solo y seguir culpandose por todo lo que sucedió.

"¿Este es mi castigo por lo que hice? ¿Merezco esto por haber hecho algo bueno? ¿Que sentido tiene la vida si no es justa con las personas?"

Todas esas preguntas llegaban a su cabeza.

Izuku: ¿Por qué nací?

De inmediato escuchó un grito de dolor, enfrente suyo estaba Torino con un semblante serio en su rostro mientras que uno de los sujetos que estaba ahí tenía el brazo roto.

Torino: Por fin lo puedes ver.

- ¡Maldito!

En un instante todos esos sujetos ya estaban en el suelo, él los había derrotado a todos sin el menor esfuerzo.

Torino: La vida no es justa, gente como nosotros tenemos que vivir así debido a esa injusticia.

El chico solo le da una mirada fria lo que hace esbozar una sonrisa en el rostro del hombre.

Torino: Por fin tiraste todas esas emociones que te hacían débil.

Izuku: Mmm.

Torino: Felicidades, chico. Desde este momento te has vuelto mi sucesor.

Fin del Ova 1.
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Espero que les haya gustado, estos Ovas forman parte del canón de la historia y tratan de como Izuku aprendió artes marciales y uno es sobre como solía ser Nejire antes de conocerlo, en total son cuatro y se van a publicar cada 10 capítulos, así que el siguiente será después del capítulo 45.

También les digo que voy a hacer un maratón de la otra historia para que así avance más rápido ya que esa es mi segunda historia más larga.

Nos vemos después.