°•Ｎｕｅｓｔｒａ Ｌｅｙｅｎｄａ•° ●𝓛𝓲𝓷𝓴 𝓨 𝓣𝓾●

○𝑬𝒍 𝑩𝒐𝒔𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆 𝑭𝒂𝒓𝒐𝒏𝒆○

Salimos de aquel templo confundidos, a donde debíamos ir para encontrar a Zelda?, por qué todos me tratan de esa manera?, muchas preguntas y pocas respuestas. No importaba demasiado si tenía a Link de mi lado, pero... recordar la razón del por qué estábamos en este lugar me hacía regresar a la realidad.

-Te pasa algo?- pregunto el rubio mientras me miraba de reojo-puedo sentir lo tensa que estas.

Lo mire por unos segundos y de nuevo bajé la mirada, quería regresar a casa... tenia miedo... siempre fui una miedosa, y hoy claramente no era la excepción... pánico... el pánico empezó a apoderarse de mi cuerpo, a mi mente solo venían recuerdos con mi padre y con mis pocos amigos, momentos felices... sentia que algo pasaría si yo permanecía más tiempo metida en este embrollo... pero ya era demasiado tarde para renunciar.

-Lo lamento, no es nada- dije soltando un gran suspiro de cansancio por los pensamientos que había tenido- Link... no quiero que me veas como una carga... es por eso...- detuve mi andar para pasarme frente a él- si algo malo me pasa... déjame atrás, no regreses por mi por ninguna circunstancia.

-____- el rubio me miró preocupado, iba a decir algo más pero lo interrumpí.

-Prometelo...

-No lo voy a-

-Solo hazlo!- mi cuerpo temblaba, pero trataba de detenerlo, sabía perfectamente que en cualquier momento algo pasaría y tenía que estar preparada.

-Lo prometo...- el rubio me miró con pena y al igual que yo, Fay lo interrumpió.

-Amo, protectora, informó que logró sentir el aura de la sacerdotisa cerca del "Bosque de Farone", según mis informes, se encuentra en un templo cercano. Recomiendo encontrar de inmediato el lugar informado recientemente- dijo para entrar a la espada nuevamente.

-Ya la escuchaste, andan-

-Dejenme en paz malditos!- ese grito... Link y yo nos miramos rápidamente para comenzar a correr hacia donde era proveniente aquel grito.

Nos encontramos con unos monstruos rojos, los cuales tenían acorralado a alguien, no lo pensamos dos veces y Link y yo nos lanzamos a matar a esos engendros, después de unos minutos habíamos terminado con ellos.

-Gracias!, ¿qué eran esos monstruos rojos?, jamás pensé encontrarme con algo así en este bosque!- digo aquel criatura, era rara... parecía de piedra.- por cierto, ustedes son las segundas personas de su especie que veo hoy. Últimamente me pasan cosas raras- dijo lo último en un susurro.

-Los segundos?!, osea que alguien más estuvo aquí?- dije con un poco de felicidad ya que si es Zelda muy pronto la encontraríamos y regresáramos a casa!, problema resuelto!.

-Eso parece... un momento!- la cosita rara me miró con sus ojos bien abiertos mientras me miraba de pies a cabeza- Tú...Tú eres ese chico!.. el de la profesia!, pe..pero cómo?...- la cosita rascaba su cabeza mientras decía algunas cosas por lo bajo, luego soltó un suspiro y nos miró de nuevo- supongo que debo darles las gracias jóvenes, así que a modo de recompensa les compartiré cierta información- dijo acercándose a una estatua de pelicaro- Me llamo Marcogoro y soy un Goron que se dedica principalmente a investigar el pasado. Según eh leído en unos viejos escritos, más allá de los cielos existe un lugar conocido como "La isla de la Diosa", por lo visto estas estatuas marcaban los lugares por los que se podía ascender al cielo.... y también los puntos de aterrizaje.