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Ambos amigos tomaron asiento en una de las mesas al aire libre de aquel local de bebidas naturales, escondiendo sus pieles de los rayos del sol y disfrutando la fresca sombra de aquella sombrilla gigante que se situaba en el centro de la pequeña mesa blanca.

Luego de hacer sus pedidos al mesero que con una sonrisa se retiro se dispusieron a hablar de cosas triviales, escuela, tareas y planes futuros. Animados y alegres como cada día en la universidad.

Hasta que el peligris le hizo la pregunta a Jungwon que creía no era tan importante.

— ¿Qué pasó antes de que llegara con Jay? — su ojos avellanados dejaron de mirar la servilleta donde el dibujo de una flor fue plasmada para prestarle atención — Él se veía raro. ¿Me vas a decir, Jungwon?

Sus párpados se cerraron tres veces seguidas, volvió a mirar su dibujo que poco a poco iba dando forma sin dejar de mover sus dedos y el lapicero azul. Un carraspeo lo hizo suspirar, siendo sinceros, no era lo suyo andar "divulgando asuntos personales"

«Es gracioso porque mi trabajo consiste en eso»

— ¿Importa? — murmuró. No quería ser grosero pero realmente no quería hablar de ello, además, si le decía que cierta personita apareció por pura sorpresa y por eso Jay estaba así, seguramente el peligris armaría un escándalo.

Vamos, entre los dos, es el que más odia a Sunoo.

«Aunque admito que yo lo hago pero no tan pasionalmente como Riki»

¿Y qué pasa si le dice aquello? La policía lo arrestara por homicidio en primer grado por ir hasta donde el pelirrosado y estrangularlo con un bolillo o lo que sea. Riki era muy, explosivo. Mas si se trataba de Jay a quien apreciaba mucho.

— ¡Claro que importa Won! Es mi primo de quién hablo, es lógico que me importe — le objetó tal como creyó.

«¿Lo ven? Él haría cualquier cosa por ese poste»

— Anda, dime, no es normal verlo tan extraño. Al menos no tanto como para que se fuera sin siquiera habernos visto — rayos, a ese punto no podía dar vueltas al asunto cuando también él lo presenció — Dime, Jungwon. ¿Qué le pasa a Jay?

Agradeció que el mesero llegara en ese momento para cortar con las insistencias de su amigo y darle al menos un corto periodo de tiempo para pensar en posibles respuestas sin que luego de contarle se levantara y fuera directamente hasta Sunoo y lo amenazara con cortarle el cuello con una espátula.

O arrancar sus mechones sueltos de la cabeza.

«No deseo que arda Troya»

El joven muchacho de no más de quince años se retiró junto a una reverencia dejándole otra vez con el interrogatorio.

— Ahora sí, dime.

Inhaló profundamente fingiendo tomar de la pajilla el líquido de sabor piña colada permitiendo a su cabeza pensar por otro microsegundo. Cuando sus labios dejaron el tubito rojo y exhaló.

— No lo sé Riki, tal vez, vio algo que no quería o yo que sé — respondió cortamente — O simplemente no quería perder su tiempo comprando ropa, viendo telas de encaje o escuchando nuestros gritos al mirar las ofertas — se encogió de hombros — ¿Porqué no le preguntas tú?

— Créeme, me dirá un montón de excusas — también se encogió de hombros y sorbió de su bebida — Aunque, creí que era porque Sunoo estuvo aquí...— musitó con los labios aún en la pajilla y alzando su vista hacia Jungwon que enseguida se atragantó — Tal vez o yo ví mal.

𝘾𝙐𝙋𝙄𝘿𝙊 𝙎𝙏𝘼𝙇𝙆𝙀𝙍 // 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Where stories live. Discover now