𝟯𝟮

397 69 28
                                    

Somnoliento.

El cuerpo le pesaba, adolorido por todas partes, en especial de la cabeza que le daba vueltas y los ojos que poco a poco se abrían encontrando un lugar oscuro y frío que era alumbrado por una lámpara vieja con óxido que colgaba del techo, moviéndose lentamente de un lado a otro por el viento que se colaba de la rota estructura del sitio.

Removiendo como gusano su torso se dió cuenta que sus muñecas eran atadas detrás de su espalda por algunas cuerdas o algo lo suficientemente grueso para que no pudiera soltarse. Pero vaya que dolía.

Cerró los ojos y respiro pausadamente tratando de buscar tranquilidad y pensar en cómo escapar, entonces, a su derecha estaba otro cuerpo y si no fuera porque lo miraba en la misma posición en la que estaba, atado de manos y pies como él, no se habría acordado de que no fue el único secuestrado.

Trató de hablar pero la cinta que tenía lo sellaba como tumba.

Cómo pudo fue arrastrándose hasta estar cerca del pelirrosa que todavía parecía bajo el efecto de la droga, con su cabeza lo fue moviendo varias veces, así hasta que escuchó un quejido provenir de su contrario que abría poco a poco sus ojos marrones.

Suspiró aliviado al contemplar a Sunoo despierto.

Los dos se sentaron como mejor pudieran quedando frente a frente en un frío suelo donde todo parecía igual, con las paredes llenas de moho, goteras del techo que caían sin compasión en el piso agrietado, un olor a humedad mezclándose con lo que parecía ser tierra mojada y un poco a tabaco.

Jungwon se percató de algo, el nivel de frío.

En el campo, cuando abundaban las lluvias era normal que hubiera algo de fresco y humedad en el viento pero en todo lo que a aprendido, cuando estos dos factores se intensifican y llegan al frío alto sólo puede significar una cosa, esa es que están en una zona con mucha flora.

La cosa era ¿dónde?.

Ambos brincaron en su lugar debido al rechinido de pasos que caminaban en la parte de arriba y seguramente por el sonido de la madera, iban a donde ellos. Haciendo rechinar la madera vieja de aquellas escaleras.

Un hombre desconocido bajaba, vistiendo completamente de negro, botas militares y debido a sus rasgos faciales dedujo que era extranjero, hablaba por teléfono y al parecer en otro idioma confirmando su teoría.

Al verlos despiertos dejó de hablar para quejarse.

— Дерьмо они проснулись!

No entendió desde luego pero pudo ponerlo inquieto por el tono que uso.

Seguido de eso, dos hombres con la misma vestimenta color negro salvo de algunas prendas extras que los hacían diferenciar entre ellos, bajaron tras el grito de su colega, intercambiaron miradas entre todos pero nadie dijo nada por un buen rato.

Rato que se vió concluso por el ruido de uno de los teléfonos que traía el muchacho del principio. Rápidamente contestó.

— Капитан, у нас проблема, они двое не спят, что нам делать? — Jungwon trató de sacar sus manos ante la distracción del sujeto pero el amarre era efectivo, no podía.

Los otros dos implicados no quitaban la mirada de alcón sobre sus personas. Sunoo tenía el cuerpo como gelatina, lo podía ver temblar claramente sin embargo no derramaba lágrima alguna, tal vez el miedo era mayor o el enojo, no lo sabe. Pero si sabe que tanto como él intentaba liberarse de las cuerdas opresoras de sus muñecas.

El que parecía ser el "líder" terminó con la llamada, metió en su bolsillo trasero el teléfono y con una seña le indicó a los otros dos que lo siguieran.

𝘾𝙐𝙋𝙄𝘿𝙊 𝙎𝙏𝘼𝙇𝙆𝙀𝙍 // 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Where stories live. Discover now