𝟭𝟮

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Aquellos ojos avellanados miraban molestos a aquellos ojos cafés claros, una confrontación de miradas que no pensaba perder ninguno. Apretó su entrecejo en cuanto su contrario lo hizo y le mostró esa sonrisa de superioridad.

— Esa es mi silla...hazte a un lado — escupió entre dientes.

— Oblígame — se cruzó de piernas y brazos. Jungwon soltó un gruñido — Hay muchas sillas en éste lugar, cariño, busca otra. ¿Qué te cuesta?

— Oh no lo sé, quizás sea porque quieres estar a lado de Jay ¿Verdad Sunoo? — lo miro con obviedad y el pelirrosa le fulminó con la suya — ¿Porqué no aceptas que él ya no quiere nada contigo? ¡Vamos! Estas siendo infantil con todo esto — rodó los ojos — Además... ésta no es tu clase, Kim.

Al mencionar el apellido fue que Sunoo se levantó de golpe y se acercó amenazante a él, con sus ojos molestos y sus labios reflejados en una mueca.

Sin pestañear tomó postura, encarándolo igual.

— No me llames así, niño. ¿Quién te crees? ¿Quieres que te recuerde porqué estás aquí en primer lugar? — se acercó empujándolo con una mano y haciéndolo tambalear pero no caer — ¿Te sientes la gran cosa sólo por venir hasta ésta universidad? ¿Alguien importante? ¿Eh? ¡¿Eh?! — volvió a empujarlo está vez, un poco más fuerte — Escucha Yang, aléjate. Tú no sabes nada de Jay o de mí ¡Absolutamente nada!

Su hombro fue echando para atrás por el pelirrosa que utilizo el suyo para dicha acción dejándole callado, apretando sus puños y otra vez con la molestia pero sobre todo humillación por tener razón.

Pese a eso y la infinidad de inconformidad contenida en su cuerpo, suavizó sus nudillos, soltó un suspiro de frustración y se largo de ahí.

Daba igual, la clase terminó hace rato. Ni siquiera supo porqué se quedó, quizás en el fondo esperaba que cierto pelinegro apareciera por el umbral de la gran puerta.

Pero no fue así.

En lugar de él llegó Sunoo. Su "rival".

«Tiene razón»

Won detuvo su andar por el desolado pasillo, sus avellanas se miraban perdidos con la vista en un lugar inespecífico del suelo.

¿Qué sabía él de Jay? Y lo que sabía debido a su trabajo, no contaba.

«No me interesa» negó con la cabeza convencido.

Tampoco era de su importancia.

Mantenerse alejado sería prudente.

Cada persona de ahí a excepción de algunos los cuales eran menos del 1% eran buenos. Como su amigo Riki, quien faltó porque tuvo que ir a una sesión de fotografías y aunque le costara admitirlo, también Jay.

«Sólo un poco...»

Retomando lo anterior, Ni-Ki tuvo que irse a las famosas sesiones fotográficas para la publicidad de ropa juvenil que se lanzaría éste año, eran cosas de niños ricos con padres famosos que debían cumplir.

Dejándolo por su cuenta en aquella gran escuela donde sin la presencia del peligris se sentía tan fría y deprimente.

Su único amigo.

«¿Dónde te metiste ahora poste? Se supone quien soy yo el que se deba esconder, no tú. Idiota»

De repente se siente tan solo.

— ¿A dónde vas tan molesto? Asustas a todos, Jungwon

Al reconocer la voz alzó la cara antes gacha, por inercia se volteó dando con el rostro de ese chico, alto, cabellos negros rebeldes y ojos azules. Y también, el chico más insoportable que pudo conocer.

𝘾𝙐𝙋𝙄𝘿𝙊 𝙎𝙏𝘼𝙇𝙆𝙀𝙍 // 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora