Cuando Tony finalmente dio su paso final y más pesado a través del umbral que la enfermera lo había llevado, cada pensamiento y cada duda se silenciaron en su cabeza.
De repente, Tony estaba pegado al suelo de baldosas de arcoíris del ala pediátrica...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
🕷⎊🕷
2006
Recibió la llamada en una fiesta.
Era uno de sus locas fiestas, las lujosas que lanzaba para distraerse de sus pensamientos.
Casi no respondió, pero algo lo hizo tropezar en el balcón de su penthouse de Malibú, deslizando la puerta de vidrio cerrada detrás de él y ahogando el ruido de la fiesta.
"Stark".
"... ¿Es este Anthony Edward Stark?"
Tony se burló de la voz. Había escuchado esa admiración antes, prácticamente podía ver a la mujer en la otra línea leyendo el nombre de un pedazo de papel con asombro.
Gimió, tratando de disfrazar el insulto de su voz.
"¿Quién es?"
"Estoy llamando desde el Hospital Presbiteriano de Nueva York en nombre de Mary Parker".
Tony frunció el ceño. Había escuchado ese nombre antes, pero no podía colocar su dedo donde, especialmente no en su estado de ebriedad.
"No sé quién es. ¿Cómo obtuviste este número?"
"Mary Parker fue una de las víctimas del accidente del 707 en Pensilvania. Ella no sobrevivió. Ella lo incluyó como un contacto de emergencia secundario para Peter Parker. ¿Sabía esto?"
"... No estoy entendiendo".
Un barajado en la otra línea. Tony se tragó una profunda sensación de presentimiento, agarrando la barandilla del balcón.
"...Señor Stark, Peter Parker es su hijo".
...Mierda.
Siempre había esperado recibir esta llamada algún día, en algún momento. No hizo que la gravedad de la misma fuera menos real, menos conmovedora y aterradora y...
Howard. Todo lo que podía pensar en esas palabras era Howard.
"... Señor, necesitamos que venga a recogerlo al Hospital Presbiteriano de Nueva York lo antes posible. De lo contrario, necesitamos el nombre de cualquier otra familia inmediata que pueda llevarlo, o tenemos una familia de acogida de guardia que estaría encantada de acogerlo".
"Yo..." se frotó el puente de la nariz con el dedo puntero y el pulgar, un suspiro conmocionado y tembloroso que se le escapaba. "Yo ... ¿cuánto tiempo?"
"¿Lo siento?"
"¿Cuánto tiempo fue... Quiero decir, yo ... ¿cuántos años tiene...?"
No quería un hijo. La sola idea lo hizo querer vomitar sobre el balcón, lo hizo querer beber en un agradable sueño eterno.
Y, sin embargo, sus ojos de repente fueron filmados con lágrimas, imaginando a un niño pequeño con sus ojos y los rizos de Mary sentado solo en un hospital, criado sin un padre, y el corazón de Tony dolía anhelando llegar a un niño que nunca había conocido.
