tony stark tiene un corazón

iron man II

🕷⎊🕷

NAVIDAD, 2009

Eran las seis de la mañana del 25 de diciembre de 2009.

Peter todavía estaba profundamente dormido por las festividades del día anterior, en las que Pepper, Rhodey y Happy pasaron todo el día en el penthouse de Stark en Nueva York. Desde hornear galletas todo el día hasta colgar luces navideñas en cada pared de la casa y la fiesta de Nochebuena, Peter estaba legítimamente exhausto. Ambos lo eran.

Tony se apoyó en el marco de la puerta de Peter con una suave sonrisa, un gorro de Papá Noel sobre su cabeza y una taza de café en sus manos. El sol salía por la ventana de Peter, oculto por las espesas nubes de nieve.

Peter se agitó en sueños, sus ojos se apretaron con fuerza antes de abrirlos y hacer contacto visual retrasado con Tony.

Tony inclinó la cabeza con una sonrisa radiante.

"Buenos días, chico".

"¿Es Navidad?" Peter se enderezó, frotándose los ojos.

Tony se derritió.

"Oh, ¿lo es?" se encogió de hombros, mirando alrededor de la habitación con indiferencia. "No lo sé, no es como si tuviera que caminar sobre montañas de regalos solo para venir aquí y saludar".

Peter se quedó boquiabierto por el asombro, y rápidamente se quitó las sábanas de su pequeño cuerpo antes de saltar del costado de la cama y aterrizar sobre sus pies. Tony se estaba derritiendo de nuevo al ver al niño, que había dormido con un gorro de Papá Noel, un pijama rojo y calcetines verdes brillantes.

Tony dejó su taza en el tocador al lado de la puerta de Peter, se arrodilló y le hizo un gesto a Peter para que se subiera a su espalda.

"Vamos, pulga. No vas a superar todos esos regalos sin tu fiel corcel".

Peter estaba riendo y saltando sobre la espalda de Tony, envolviendo sus pequeños brazos alrededor de su cuello. Tony gruñó mientras se levantaba, agarrando su taza. Se aclaró la garganta y bajó la voz unas tres octavas.

"Por favor, mantengan todas las manos y cascos dentro de la atracción en todo momento", dijo, ganándose una risa histérica del preciado cargamento detrás de él.

Doblaron la esquina hacia la sala de estar del ático. Pepper estaba allí, sentada en el sofá con su bata y pantuflas y su propia taza de café, con una sonrisa radiante adornando su rostro.

Peter estaba jadeando ante la vista. Debajo de un árbol de Navidad de tres metros y medio de alto había docenas de regalos envueltos en diferentes formas y tamaños. Un plato de galletas y un vaso de leche estaban en la mesa de café frente a Pepper, una mordida de una de las galletas. Peter estaba jadeando de nuevo.

¡Santa Claus estuvo aquí! ¡Mira! ¡Le dio un mordisco a nuestras galletas!".

"Bueno, mira eso", Tony chasqueó la lengua. "Arrogancia típica de Claus. Al menos dejó todas estas cosas para nosotros."

Peter se rió de nuevo, deslizándose de la espalda de Tony y jadeando  de nuevo al ver a Pepper en el sofá.

"¡Tía Pepper!" sonrió, aunque se tomó un momento de pausa. "¿Qué haces todavía aquí? Creí que te habías ido a casa después de cenar anoche."

Pepper se aclaró la garganta torpemente, mirando a Tony con una sonrisa disimulada.

"Bueno, Peter, Tony dijo que podía quedarme a pasar la noche. ¿Verdad, Tony?

Tony también se estaba aclarando la garganta, asintiendo.

"Así es, Petey. No podíamos dejar que Pepper condujera hasta su casa con toda esa nieve, ¿verdad?"