Los jugadores fueron a sus habitaciones para, capaz, descansar un ratito.

—Che, ¿crees que Juli habrá sugerido que nos pongan juntos? —le preguntó Cris a Santi.

—Sabiendo cómo volvió Julián de la Copa, es probable —respondió Simón.

—¿A qué te referís? —se extrañó Cristian, tirándose en la cama.

—Juli volvió medio raro, por así decirlo, de la Copa, ¿no te diste cuenta? —cuando Medina negó, Santiago continuó:—. Parecía que extrañaba, o algo así. Ahora me doy cuenta de que extrañaba a sus amigos. Y acordate que empezó a hacer bromas con Nico, Rossi y Marcos.

—Mal, ahora es todo un bromista —coincidió Medina, riendo.

Santi sonrió al ver que Cristian se reía, y se sentó en su cama sin dejar de mirarlo.

—¿Qué pasa? —le preguntó Cris cuando se calmó.

—Nada, ¿por?

—No, nada, como me estabas mirando... —dijo Cris.

Santi se sonrojó al saber que el jugador de Boca sabía que lo había estado mirando. Que vergüenza, por dios.

—¿Bajamos? —le preguntó.

—Mmh, yo me quería quedar un rato más solos, pero como quieras —dijo Cristian.

Simón sintió algo extraño en el pecho al escuchar que Cristian Medina se quería quedar un rato más con él, solos.

—Está bien —aceptó Santiago, con una sonrisita.

Solamente esperaba no haberse enamorado de nuevo. No de su compañero de equipo y amigo. No quería salir lastimado otra vez.

Cris se sentó junto a Santi y ambos empezaron a charlar. Estuvieron así, hablando y riendo, hasta que el Changui los fue a buscar para el mate.

—¡Ey, tortolitos, dale, vengan para el mate! —les gritó desde el otro lado de la puerta.

—¡Callate, Chango, sólo somos amigos! —le devolvió el grito Cris.

Pudo escuchar las risas del 30 de Boca hasta que éste se alejó.

—Ni un día y me hubiera encantado que lo convoquen a Alan para que controle al Changuito —comentó Cristian, con un suspiro.

Santiago se levantó y lo abrazó por detrás.

—Dale, vamos antes de que Exequiel nos siga molestando —le susurró.

Cristian se sonrojó y se separaron. Fueron afuera, dónde estaba todo el plantel. Buscaron con la mirada a sus amigos, y vieron que ellos estaban con los otros. Recién se daban cuenta de que era una única ronda.

—Primero pensé que los del cuerpo técnico estarían aparte, hasta que me acordé que Messi había dicho que a Scaloni y al cuerpo técnico los trataban igual o no sé cómo era —le comentó en un susurro Medina a Simón, acercándose.

—¡Por fin llegan, che! —gritó Zeballos. Iba a decir algo más, pero Juli (que se había ahogado con el mate por la risa) le pegó para que se callara.

—Cagamos. Se ahogó Juli —dijo Walter, riendo.

—Y por poco éste —añadió Pablo, señalando con la cabeza al Ratón, quien lo miró mal. Era obvio que no hablaban de ese momento.

—Expliquen —ordenaron Juli, Nahu, Cuti y Licha.

—Después —murmuraron el DT y sus ayudantes.

—¡Óscar, pará o le digo a Alan! —dijo Cris, y el Chango, que lo estaba re cargando, se quedó callado.

—¿Qué te dice Fede, Enzo? —se burló Julián, al ver a su amigo embobado y riendo con el celular.

—Dijo que van a hacer una juntada de nuevo, pero que... ¡Eh! ¿Cómo sabías que hablaba con Fede? —preguntó Enzo.

—La sonrisa boluda que pusiste decía todo. Ah, justo me acordé que le tengo que mandar a Marcos —comentó más para sí mismo—. Nah, le mando en un rato, total, lo veo todos los días.

—¿Por eso estabas más o menos cuando volviste después de la Copa América? —le preguntó Santi.

Los amigos de Juli los miraban con atención.

—Sí, extrañaba muchísimo a éstos locos, estuve con ellos 45 días y siempre nos cagábamos de risa —respondió Juli con una sonrisa, mirando a Cuti, Nahu, Licha, Pablo, Fabián, Walter y Lio. Éstos le devolvieron una sonrisa enternecida—. Pero, bueno, más o menos lo conseguí con Marcos, Nico y Agus.

—Decime que cumpliste tu promesa, Ju —le dijo Pablo.

—Sí, lo hice. Rojo, De La Cruz y Rossi son mis cómplices en las bromas, como les dije que iba a hacer —respondió Álvarez, y Aimar le revolvió el pelo.

—Esta info vale oro, Biscay se preguntaba por qué siempre le desaparecían las cosas —dijo en voz baja Enzo.

—Ni se te ocurra, Jeremías, decile a Biscay y a Gallardo y vas a ver de lo que somos capaces en una broma —lo amenazó Julián.

Enzo tembló.

—¿La mejor broma que hicieron hasta ahora? —le preguntó Scaloni a Julián.

—En una juntada Bover. Cali Izquierdoz, Ponzio, Pinola y Maidana estaban hablando, y nosotros cuatro (yo soy el líder, obvio) nos acercamos y les robamos de todo. No sabés lo que descubrimos —Juli se rió con el final—. Claro, ellos nos querían matar.

—¿Qué descubrieron? —le preguntaron sus amigos de Boca y River.

—Van a tener que adivinar —dijo Julián—. Ah, y Agus encima había agarrado sin querer el celu de Leo, es que estaba entre lo de agarramos, ¿viste?

—Mejor no sigas ahora, que éstos están escuchando —le advirtió Nahuel.

—Lo que le dije a Enzo va para todos —les avisó Juli a sus amigos del club y del clásico rival.

Estos asintieron, pero se sintieron medio mal cuando Molina se refirió a ellos como "éstos" y ver que Julián no lo corrigió ni nada, sólo los amenazó...

—Seguro sólo bromean Molina y Juli —les susurró Santi a sus amigos.

Julián, entretenido como estaba charlando con sus amigos de la Selección, no los escuchó.

Bover de Selección (Medina x Simón)Where stories live. Discover now