Cuando se terminó el mate, todos se juntaron con sus amigos. Los pibes esperaban que Julián se junte con ellos, pero no: se juntó con sus amigos de la Selección.

—¿Por qué Julián no está con nosotros? —se preguntó Enzo, con un suspiro.

—Él nos dijo que extrañaba a sus amigos —le recordó Santi.

—Pero, San, él los extraña pero no piensa en nosotros, parece que no existimos para él —le dijo Cris.

—Eso, eso —apoyó el Changuito—. No sé si por lo menos se da cuenta de que sólo hablamos entre nosotros, que Messi nos habló recién y un poco los otros, pero nada más. No sé si se acuerda siquiera de que estamos acá.

—¿Tan pesimista sos que vas a decir que Juli no se acuerda de que estamos acá? —le preguntó Thiago Almada.

—Sí —respondió Gastón por Exe—. Miralo, Thiago, miralo riendo con ellos —señaló a Julián, que se cagaba de risa con Nahuel, Cuti y Lisandro.

—Ni en pedo me acerco, si él quiere estar con nosotros que venga y deje un rato a sus amigos, nosotros no vamos a ir a buscarlo —comentó fríamente Medina.

Todos lo apoyaron.

—¿Pateamos un rato? —preguntó Santi. Todos aceptaron. Si Juli hubiera estado con ellos lo estarían acribillando a preguntas para que les diga algunas cosas que vivió en la Selección.

Se pusieron a cabecear la pelota: al que se le cayera en el pase o no la pudiera cabecear bien y se le caía al suelo la caprichosa, eliminado.

—Chicos, ¿puedo jugar? —se metió Julián.

—Ah, claro, ahora sí te acordás de nuestra existencia —dijo Santiago, antes de que Cristian pudiera detenerlo. Ambos ya estaban eliminados.

—¿Eh? ¿Qué decís, Santiago? —se sorprendió el 9.

—¿Te diste cuenta de que no hablamos con nadie? ¿Qué sólo estamos hablando entre nosotros? —siguió Santi.

—¿Y por qué carajo no vienen, entonces? Si vieron perfectamente dónde estaba yo —le dijo Julián.

—¿Ir? ¿En en serio, Álvarez? —le espetó Medina, también enojado —. No te vamos a buscar sólo porque estemos solos, grabátelo en la cabeza. O nos venís a buscar vos y dejás a esos para estar con nosotros... —no pudo seguir, ya que Julián lo interrumpió, enojado.

—¿Esos? ¡Son mis amigos, por si no te enteraste! —casi les gritó—. ¡No los veo nunca, a ustedes los veo todos los días! ¡Todos los días los veo! ¡A Nahu, Cuti y Licha sólo los veo cuando estoy acá!

Toda la Selección los miraba, la mayoría estaban totalmente sorprendidos por el exabrupto de Julián Álvarez, ese pibe que solía ser tímido y, la mayoría de las veces (excepto cuando estaba con los bromistas) tranquilo. Pablo, Lio, Walter, Fabi, Nahu, Cuti y Licha sabían que estaba enojado, y, por lo que escucharon, Medina o Simón habían dicho algo en contra de ellos. Lo último que escucharon de Julián, antes de que se fuera muy enojado, fue "¡¿Tan inmaduros tienen que ser?! ¡Dejen de ser así de celosos sólo porque hablo con mis amigos, la puta madre!"

—¿Tanto se calentó? —se preguntó Rodri.

—Ja, te sorprendería saber cuán malo puede ser Julián cuando se meten con sus amigos —le dijo Gonza.

—¿Qué le dijeron? —le preguntó el Chino a los pibes.

Éstos no le dijeron nada, estaban totalmente callados mirando en la dirección dónde se había ido Juli. Cristian enterró su rostro en el cuello de Santi, y éste lo abrazó.

—¿Qué hicimos? —musitó Cris, sólo para que Santi escuchara.

—Cagadas —susurró Simón. Cuando Cristian se separó, dijo:—. Perdón.

—¿Perdón por qué? —le preguntaron Cris, Exe, Gastón, Enzo y Thiago.

—Yo empecé con eso, yo le dije que ahora sí se acordaba de nuestra existencia —dijo Santiago.

Ya no hablaban en susurros, y todos pudieron escuchar lo que había pasado.

—No, Santi, no tuviste la culpa —negó Medina.

Santi Simón negó con la cabeza y se fue, mientras los pibes, Cache y Franco lo llamaban. Cris fue casi corriendo a buscarlo.

—Che, ¿algo más le dijeron a Julián? —les preguntó de repente Licha.

Los pibes empezaron a balbucear, asustados.

—S... Sí —se animó Enzo—. Cris le dijo que si él quería estar con nosotros, que venga a buscarnos, que no íbamos a estar detrás de él solamente porque queramos hablar. Él se calentó y dijo que a nosotros nos veía todos los días, a ustedes sólo cuando venía a la Selección.

—Tiene razón —dijo Licha. El Cuti lo abrazó para que se calme—. Nosotros nos vemos cuando nos convocan nomás, una semana por mes o por ahí pasamos dos meses sin vernos. Somos mejores amigos, y es difícil pasar de estar 45 días encerrados, viéndonos todos los días, a vernos una semana al mes. Y como que no da para hacerse una escapadita a Argentina cuando jugamos en nuestros clubes, ¿no? —lo último fue en tono irónico.

—Ah, y también le dijimos, cuando él nos dijo que con nosotros estaba prácticamente todos los días, que últimamente se juntaba más con Marcos, Nico y Agus —añadió el Changuito, y él y sus amigos fueron a buscar a Santi y Cris.

Los otros jugadores miraron dónde estaban los amigos de la Selección de Juli, pero ellos, CT incluido, habían ido a buscarlo.

Bover de Selección (Medina x Simón)Where stories live. Discover now