𝑑𝑜𝑠

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16 años:

















Estaba en una crisis, realmente estaba en una. A mi lado, Hyunjin me abrazaba por los hombros y me daba palabras de aliento.

Al final no tuve la valentía de clavarle el lápiz a James en el cuello, pero creía que había hecho algo mejor.

Le había dicho que no lo mataría, aún, pero jamás lo perdería de vista, me mantendría vivo hasta que él muriera y bailaría en su tumba.

Después de eso nos despedimos y termine destrozando el lápiz naranja de mi amiga, todo el mundo nos había visto, escuche como querían publicarlo en grupos del colegio.

Pensaban que me había declarado, que gracioso.

Había sido una declaración, sí, pero una de odio puro.

Durante el camino me encontré a Hyunjin, él era amigo de James, pero era diferente, había escuchado mi historia y había puesto distancia entre ambos, me dijo que me ayudaría y ahora parecía más mi infiltrado.

Me contó que había enfrentado a unas chicas que intentaron grabarme, realmente Hyunjin era mi salvador, desde que nos vimos decidimos ser amigos y él jamás me había faltado al respeto, cuando le conté sobre mis problemas mentales, mi odio hacía James y todo el colegio en general, no me juzgó.

Era mi mejor amigo y mi amor imposible, no creía que él pudiera enamorarse de mí, tampoco de que gustara de los hombres, incluso de que si realmente me gustaba.

Jamás había amado a alguien, y no me refería a que alguien jamás me hubiera correspondido.

Yo jamás amé a nadie, ni siquiera a mis propios padres.

Había sido diagnosticado con apatía gradual, y era gradual gracias a mi queridísimo James.

Por su culpa empecé a sentir, a poder ver en los demás algo más que solo masas de carne y hueso, pero no de la buena forma.

Fynn, él era mi mejor amigo antes, habíamos sido amigos durante mucho tiempo y realmente creí sentir algo por él, llego un momento en él que empecé a extrañar su compañía, donde esperaba sus respuestas a mis preguntas y tenía la necesidad de pagarle por aquello que él me daba.

Era simplemente gratitud, pero en ese entonces era la primera emoción que había sentido en mi vida, y fui feliz, muy feliz.

Yo confiaba en Fynn, tenía tanta fe en él que se lo confesé, le dije sobre mi forma de sentir a los demás, que por fin había sentido algo y él lo produjo.

Me apoyó, al menos en ese momento lo hizo, me abrazó y me dijo que era genial, que si por fin había empezado a sentir entonces él me ayudaría.

Me dijo que podría querer y amar a todas las personas como se merecía, que me ayudaría a sentir más.

Al día siguiente noté que se hizo amigo de un chico nuevo…

—¡Hey, Fynn! —lo llamé y el camino hacia mí, sin antes despedirse del chico nuevo— ¿Quién es él? ¿Es tu amigo? —seguí con verdadero interés y él no pudo evitar reír.

—Sí, es mi amigo, se llama James. Es muy buena onda, deberías intentar hablar con él.

No lo dude, aunque no me interesara hacer más “amigos” sabía que Fynn lo hacía por mi bien, y si era amigo suyo no había nada que temer.

Tuve mucha suerte, al día siguiente hicieron cambio de sitios y me senté al lado de James específicamente.

Creí que era el destino, que por fin el mundo me iba a sonreír y aprendería a amar a las demás personas como era debido.

—¡Hola! ¿Eres James, verdad? Soy amigo de Fynn, quiero que seamos amigos también —le dije con la mejor sonrisa que pude dar y le extendí la mano, en serio quería que fuéramos amigos, se veía como alguien bueno aunque introvertido.

Pero solté un grito cuando me tomó la mano y la inclinó para clavarme un lápiz naranja en esta.

Fue caótico, ver la sangre escurrir de mi mano, sentía que todo estaba en cámara lenta, pude percibir el grito del profesor del otro lado del salón, o talvez mucho más lejos, no lo podía escuchar bien.

Pero lo que sí oí bien, fue lo que James dijo después.

—¿Qué estás sintiendo? ¿El dolor que sientes es real, o solamente lo finges? —su voz era escalofriante, su mirada brillaba, me miraba como si hubiera descubierto un nuevo mundo y mientras hablaba, más enterraba el lápiz en mi piel.

—¿Alguna vez has sentido dolor emocional?

—No, jamás sentí dolor por alguien más —respondí, no mentía, pero tampoco sabía la razón por la cual había respondido, solo sabia que había sido traicionado.

Ese día me llevaron a enfermería, pero no dije nada, de alguna forma sentía curiosidad por lo que había pasado, jamás había afrontado algo así y en lugar de hablar encubrí aquella persona que me arruinaría la vida.

Me arrepiento de no haber hablado ese día, tal vez los hubieran parado, pero así como lo obligué a aceptar sus errores en su último respiro, debía admitir que detrás de esa retorcida relación de abuso que ambos teníamos, había diversión de mi parte.

Era difícil admitirlo, pero era divertido ver a alguien odiarte, talvez mi primer sentimiento no fue el miedo, sino la adrenalina.

La adrenalina de saber que alguien me odiaba al punto de desgraciarme la existencia.

Sí, eso me parecía divertido.


































Buenas noches, una lecturita antes de dormir, gente 😌

Esta historia es mi forma de catarsis.

Los quieroooooo

~JJ se despide ;3

‿✿𝐹𝑎𝑖𝑟𝑦𝑡𝑎𝑙𝑒࿐Where stories live. Discover now