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Capítulo 2.

Vincenzo se giró hacía Cha Young, quien no había dejado de lanzarle miradas burlonas.

—¿Qué?

—¿No es muy temprano como para que Han Seo te llamé? Acaba de irse hace solo unas horas.

El señor Nam entró a trompicones apresurandose a encender la televisión. —Tienen que ver ésto.

Justo en el momento en el que terminó la oración, sus teléfonos sonaron y el mensaje de Alerta de Emergencia se dejó ver.

—Se han visto extrañas criaturas en las calles de Corea, por su seguridad no salga a la calle, manténgase a salvo.

Cha Young frunció el ceño. —¿Pero qué está pasando?

—¡Es algo muy grave! Justo estaba fuera cuando a lo lejos ví a uno de esos monstruos comerse a una persona. —El señor Nam se dejó caer en la silla. —Es horrible.

—¡Wow, ya es tendencia en Twitter! —Exclamó Cha Young mostrándole su teléfono a ambos hombres. —Hasta hay un vlog, ¿Cru-cru?

Vincenzo le quitó el teléfono. —Esa publicación es de hace 3 días.

—¿Será que ya había algunos casos? No vi nada en las noticias antes.

El señor Nam negó. —Yo tampoco, pero es posible que hayan tratado de ocultarlo para no crear pánico.

—Pues han fallado enormemente, —Contestó la abogada. — ¡Ahora hay montones de ellos allá fuera!

—Han Seo.

—¿Qué hay de él? Han Seo está en Babel. —Dijo sin entender, hasta que se dió cuenta. —¡Han Seo! ¡Oh, Dios! —Cha Young miró a Vincenzo. —¿No te ha llamado?

El Italiano miró su teléfono nuevamente. —No. No me ha llamado ni enviado un solo mensaje.

—¿Y sí lo llamas? —Sugirió el señor Nam. —Tal vez ya vio las noticias y está en camino.

—Iré a buscarlo.

Cha Young lo detuvo, devolviéndolo a la silla. —Cálmate, llámalo primero, no puedes irte así como así, imagínate que él ya está a solo unos minutos y tú te vas. ¿No sería lo peor?

Vincenzo lo pensó unos instantes antes de tomar su teléfono para llamar a Han Seo. Cha Young se levantó de la mesa leyendo su propio teléfono.

—Ahora vuelvo, iré a decirle a los demás que debemos trabar la puerta.

Con eso, dejó a ambos hombres en la oficina, iba por la mitad del pasillo cuando escuchó los gritos de Han Seo, corrió a la entrada con el corazón acelerado viendo a Han Seo y un niño de no más de 5 años justo al otro lado de la reja cerrada.

—¡Han Seo!

Le gritó desesperada a Lee Cheol-Uk que abriera la reja, le dijo a Han Seo que todo estaría bien, que abrirían la reja pero no sabía sí lo decía para tranquilizarse ella o a Han Seo.

Cha Young maldijo que Lee Cheol-Uk fuera tan lento y maldijo a la maldita reja que parecía ir en cámara lenta. Ayudó al niño cuando se arrastró por el suelo y lo puso detrás de ella.

¡Había un jodido monstruo justo a unos pocos metros! —¡Cuidado!

Casi se desmaya cuando vio al horrible monstruo atravesarle la pierna a Han Seo con su enorme y asquerosa lengua, ¡Había tanta sangre! ¡Han Seo estaba herido y parecía estar a punto de llorar! Cha Young misma sentía que podía morir del miedo.

Sweet Home [Vincenzo/Han Seo]Kde žijí příběhy. Začni objevovat