♯𝙜𝙤

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—¿No te parece curioso?

Nayeon hizo el ademán de hablar pero volvió a cerrar la boca. Repitió el mismo gesto aún sin decir nada. Veía con incredulidad a su amigo todavía sin comprender como es que no se había dado cuenta.

Por su lado, Sana se lo tomaba con mucha calma.

En los últimos días su querida dongsaeng ha tenido peticiones extrañas, más bien solo una. Un beso.

¿Porqué querría un beso? Y sobretodo de ella. Al menos tuvo la suerte de que no se lo pidiese a otra de las chicas, definitivamente Sana no se sentiría cómoda con eso.

—Sana —empezó después de encontrar el habla—. ¿En verdad no te das cuenta?

—¿De qué? —la rubia la miraba sin entender nada. Tomó una de sus papas para llevarla a su boca pero el manotazo de Nayeon se lo impidió.

—¿Porqué crees que Jihyo te pidió un beso? ¿Porqué crees que insiste tanto? —Nayeon abrió los ojos como si de esa forma pudiese hacerlo entender.

—Supongo que por curiosidad, Jihyo nunca ha tenido una relación —de verdad Sana creía que esa era la verdadera razón—. De hecho, jamás la vi interesada en algún chico o chica, quizás se deba a que pasamos mucho tiempo juntas, algo así como... ¿siempre?

La castaña tomó un gran respiro para echarle en cara las verdaderas intenciones de la menor pero Sana continuó hablando.

—Creo que le quito la oportunidad de conocer a otras personas, pero es que de verdad disfruto de su compañía —bien, ahora estaba divagando. No se dio cuenta de lo que decía, simplemente lo dejaba salir—. A veces es tan tierna que solo me dan ganas de apretarla entre mis brazos, aunque tiene una madurez increíble. También me gusta pasar las tardes con ella, solo hablando de cualquier tema.

—Oh —soltó Nayeon con una sonrisa pícara—. Parece que tenemos a cierta chica enamorada.

Sana salió de su trance, se quedó pensando demasiado en Jihyo.

—¿Quién? —preguntó.

Su amiga borró la sonrisa al instante. Sus labios formaron una línea a la vez que veía con algo de enfado a la nipona.

—¿Ni siquiera te das cuenta de tus propios sentimientos?

—¿De qué estas hablando Nay-

—¡Por el amor de Dios, Minatozaki Sana! —exclamó perdiendo la poca paciencia que le quedaba—. Admite que tienes sentimientos por Jihyo.

Sana abrió los ojos con sorpresa, su corazón empezó a latir deprisa sin ninguna razón. Tardó un poco en procesar las palabras de la mayor.

—¿Sentimientos como el cariño? —preguntó con duda en la voz.

—Más que eso, puedes estar enamorada de Jihyo —ya está, se lo dijo directamente—. O puede que no, tú solo piénsalo.

Nayeon se fue dejando a Sana con un montón de pensamientos confusos.

¿Está enamorada de Jihyo? Ciertamente se sentía bien a su lado, pero creía que era simple cariño, aquel que se le tiene a una amiga. O tal vez se debía a que estaba tan acostumbrada a estar con ella que no consideró sus sentimientos.

La idea del beso llegó a su mente. Aunque al principio fue algo que le sorprendió mucho, no negaba que era una idea interesante.

¿A quién engaña?

Si había imaginado juntar sus labios con los contrarios. Y no duda de lo bueno que sería.

—Mierda —levantó la mirada dándose cuenta de algunas cosas—. Si que estoy jodida

¡Te pago! Ꞝ SahyoМесто, где живут истории. Откройте их для себя