Capítulo 8.

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Danna.

¿Que ocurrió? ¿Dónde estoy? Tengo la mente en blanco y un leve mareo que me roba a cuenta gotas la inestabilidad de mi cuerpo, me encuentro desnuda y el frío del aire acondicionado golpea con fuerza mi piel gélida, el ambiente está helado pero analizando la situación en la que estoy para intentar recordar al menos un poco de lo que sucedió anoche, se nota que había fuego en esta habitación con anterioridad y éramos animales quienes nos estábamos quemando entre la fricción del roce de nuestras pieles.

No quiero recibir un golpe de realidad, ya se lo que sucedió, pero los recuerdos de esos acontecimientos se mantienen ahí, implícitos, y no es que quiera moverlos demasiado para tener que cargar luego con el peso de la culpa. ¡Es fatídico! Estoy harta de mi misma, a veces de mi inocencia, pero no intentaré discutir más para mis adentros.

¿Qué pasó? ¿Acaso hay algo que el dolor de cabeza y el alcohol no puedan borrar del descontrol? Necesito recuperar mi memoria y contextualizarme incluso de mis propias acciones.

Lo siento, sobria soy una, borracha soy otra.

Me siento con delicadeza en la orilla de la cama para no despertar a mis acompañantes nudistas. Alicia está boca abajo durmiendo a un costado; puedo detallar muy bien su espalda, es blanca y tiene facciones musculares perfectas y una enorme horda de pecas y lunares la decoran en su pálida totalidad. Su figura está muy bien esculpida, mis ojos viajan por toda su espalda y la visten de arriba abajo mientras su cuerpo se encuentra inerte en el colchón, es como ver una pieza de arte mucho antes de ser descubierta por un prestigioso museo.

Alicia es una de esas chicas que parecen sacadas de televisión; es perfecta, linda e inteligente —además de sexy—, puedo asegurar que de no haber tenido una vida tan ruda, Alicia tuviera un montón de chicos detrás de ella siguiéndole el paso; tal vez los tiene mirándola desde lejos, teniendo por ser descubiertos codiciándola. Tal vez hasta rezándole y rindiéndole los tributos que merece una diosa. Aunque, no solo chicos... Sin mencionar lo mente abierta que es este mujerón.

Del otro lado está Deniel, también desnudo. Se me baja la presión cuando recuerdo lo ocurrido el día anterior, un calor garrafal invade mi cuerpo y me gusta de a momento.

Alicia y yo nos saltamos las clases, vinimos al club, nos emborrachamos y... Ya saben, jugamos a dos mamás y un papá, pero gracias a Dios, no hubieron hijos. Solo adultos jugando como niños que quieres crecer rápido.

De pronto, se me seca la boca y mis pupilas se dilatan de nuevo. Recordar que hice un trío con mi mejor amigo y la hermana de mi novio me invade de culpa, no tengo ni un poco de ganas de lastimar a Chris, muy por encima de que él en este momento puede estar haciendo quien sabe qué con quién sabe quién; y yo no soy igual que el resto, yo soy peor. Probar el sabor de mi venganza es sentir un gustoso y letal veneno quemando tu interior y desgarrando tu garganta, mientras tus articulaciones sufren de calambres inesperados y tus nervios se van atrofiando uno a uno. Algo que nadie quisiera experimentar, no saben de lo que soy capaz, solo estoy apagada, de a momento, o tal vez solo eso quiero que crean, posiblemente mi silencio solo signifique el comienzo de una nueva era llega de furia y sangre.

«Como si de por sí, ya el no me estuviera ocultando cosas.»

El golpe de mi conciencia es una daga que yo misma me estoy clavando en el pecho; duele, arde, quema... Pero en fin, es sangre y al final siempre se disfruta hasta del último atisbo de vida que se pueda escapar de un cuerpo siempre y cuando uno mismo sea el verdugo.

Espero que no sean tan malas estas mentiras, Chris no tiene idea de lo que puedo hacer con estas lindas manos, a parte de las cochinadas que tanto fantasea conmigo. Sus mentiras solo serían una justificación para cualquier catástrofe que pueda desatar en la que sea involucrado, mis sentimientos siempre pasarían a segundo plano cuando se trata de tomar una decisión. El dolor pasa, es inevitable y se siente; pero hay que hacer lo que haga falta.

Heredera del respeto. © [+21]Where stories live. Discover now