-El niño sigue dormido, ya está la leche en los biberones, solo hay que calentarlos. En unas horas llega Betty, puedes poner la tele...- dije antes de ser interrumpida por mi padre.
-Hago esto desde hace más de un año, sé que sebo hacer y como se hace-
-Si, lo sé papá, y gracias por todo-
-Ahora vete, se les hace tarde-
Tomé mis llaves y mi bolso. Aún trabajaba en mi puntualidad, ya estaba mejorando, pero a veces me seguía quedando dormida. Y al contrario de mí, Claudia ahora era la más impuntual del mundo.
Ahora entendía porque Alexander me presionaba para estar lista a tiempo.
Ella bajó corriendo y tomó rápidamente su vaso de jugo.
-Nos vemos en la tarde, Alfonso- se despidió ella.
-Nada de quedarte dormida en la oficina, Claudia- respondió él.
Ellos dos se amaban, tenían una muy buena relación. Eran mejores amigos.
Yo dejaba a Claudia en su trabajo, pues seguía ahorrando para comprarse un auto. Me quedaba de camino, y de regreso también la recogía. Salíamos a la misma hora, por lo tanto, ella tenía que esperarme quince minutos.
-Que te vaya bien- grité.
-Igual-
Ella se acercó a la entrada del pequeño despacho donde laboraba, y yo emprendí mi viaje hacia mi trabajo.
Al llegar, me estacioné en el supermercado y me dirigí a la entrada de empleados.
-Buenos días Elena- saludó la señora Linda, jefa de área.
-Buenos días- dije sonriente.
-Ryan te espera en su oficina- notificó.
Ryan era el gerente actualmente. Se apiadó de mi al saber que nadie me quería contratar y tenía que mantener un hijo. Tenía poco que su familia había llegado al pueblo, por lo tanto, no conocía mi historia, ni los rumores que se decían sobre mí, y los pocos que sabia, no los creía. Eso provocó el rechazo de distintas personas.
Todo se había complicado después de la muerte de Dylan.
-Gracias- respondí.
Caminé a su pequeño despacho.
-Dichosos mis ojos que te ven- dijo al verme entrar.
Sonreí ante su comentario.
-Son dichosos todos los ojos que me ven- contesté.
-Sigues siendo igual de modesta-
Dejé mi bolso en su escritorio.
-Hoy se tiene que hacer la publicidad para la temporada que viene. Ya casi es fin de año, y eso implica muchas ventas- explicó sentándose en su silla.
-Trabajaré esta semana en eso, y en las actividades que se harán con los empleados, también haré los comunicados de los siguientes días- respondí.
Me dio una sonrisa sincera.
-Fue una buena decisión contratarte-
-Lo sé-
Recogí mis cosas y me dispuse a salir de ahí, pues tenía mucho trabajo por hacer. Pero la voz de mi jefe me detuvo.
-¿Cómo está Rafita?-
-Bien- contesté -Cada vez es más grande y pronto dejará de ser mi bebé-
-Ambos sabemos que siempre será tu bebé- comentó burlón.
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Siempre Contigo #3
RomanceElena y Alexander amaron, lloraron y aprendieron. Ahora tendrán que decidir que es lo que quieren para sus vidas, pues ya no eran lo mismo. Nuevamente son ellos contra sus sentimientos y sus nuevos fantasmas. Las historias de amor no siempre t...