Capítulo 19

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POV. ELENA HELLS

Todo el día lo había pasado sentada en mi auto. Me dormí un poco y luego desperté.

Faltaba un poco para que Ryan saliera de trabajar, así que lo esperé en el estacionamiento. Quería arreglar las cosas con él.

Mis sospechas no estaban equivocadas, unos minutos después vi a Ryan salir del supermercado.

Me bajé rápidamente y me acerqué a él.

Ryan al verme se detuvo y abrió los brazos. Caminé hacia él y acepté su acto de cariño.

Nos abrazamos en silencio y disfrutamos nuestro calor.

-Perdón por haber sido un patán contigo, no debí hablarte así- comentó con su barbilla en mi cabeza.

-Perdóname a mí por ser tan cruel contigo, yo sé que no es fácil- repliqué.

Él se separó para tomarme por los hombros y sonreírme.

-¿Volviste para recuperar a tu mejor amigo o para no perder tu trabajo?- preguntó divertido.

Reí por su comentario.

-Ambos-

Su sonrisa brillaba con los pocos rayos del sol.

-Prometo apoyarte en cada decisión que quieras tomar, y hacerlo mi amigo si hace falta- mencionó con un poco de desagrado -Pero quiero que sepas que me voy a quedar junto a ti, pase lo que pase-

Volví a abrazarlo fuertemente.

-Muchas gracias-

Hablamos un poco mas sobre el regreso de Alexander y que pronto llegaría el inevitable regreso al trabajo.

Ryan era muy buena persona, y muy buen jefe.

También tenía sus propios fantasmas y problemas con los cuales lidiar día a día. Él también guardaba secretos e intentaba superarse todos los días.

Sabía que pronto tendría que enfrentarlo, y estaba para apoyarlo.

Venían tiempos difíciles, pero nos teníamos el uno al otro.

-Tengo que recoger a Rafael de las manos de su padre- dije nerviosa.

-No creo que deje que algo malo le pase. Rafael es un gran niño y todo el mundo haría lo que fuera por verlo bien, incluido él-

-Gracias por todo- comenté dándole un beso en la mejilla.

-Gracias a ti y espero verte el fin de semana-

-¡Claro!-

Me alejé de él y subí a mi auto.

Una vez dentro, decidí llamar a Alexander.

-Hola- dije en cuanto respondió.

-Elena- habló un poco alterado.

-¿Todo bien?- cuestioné preocupada al notar su tono de voz.

-Si, solo que cuidar a Rafael es agotador-

Reí ante su comentario.

-Y eso que solo lo has hecho por un día-

Escuché un bufido del otro lado de la línea.

-¿Podrías mandarme tu ubicación para recogerlo?-

-Claro que si- respondió con entusiasmo. Levanté la ceja y entendí que ya quería descansar de nuestro hijo.

No se la dejaría tan fácil.

-Tengo que hacer un par de cosas más, voy por él en un par de horas- dije despreocupada.

Siempre Contigo #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora