Salí del baño un poco más tranquila. Mi padre le enseñaba fotos de Rafael pequeño a Alexander, el cual las miraba con atención y admiración.
No sabía cómo me sentía. Eran tantas emociones que no podía describirlas.
-Voy a salir, ¿puedes quedarte con Rafael?- pregunté mientras guardaba mi celular en mi bolso.
-Claro, pero, ¿A dónde iras?- cuestionó mi padre.
-Ryan requiere unas firmas y regresaré rápido- dije mirándolo -Pero quiero que Alexander sea quien se quedé con Rafael-
Mi padre abrió tanto los ojos que creí que se le saldrían. Mi ex esposo palideció un poco y noté el ligero temblor de sus manos.
-¿Podemos hablar en la cocina?-
Asentí y seguí a mi papá. Alexander cargaba a Rafa, pero no sabía que hacer o como moverse.
-¿Estas loca?- grito en un susurro -Ni siquiera sabe cómo calmarlo y quieres dejarlo con él. Pensé que no confiabas en él y querías ir lento-
-Necesito saber que realmente quiere ser padre y no solo verlo en los mejores momentos. Quiero que se haga responsable y saber que puedo confiar en él. Sé que es arriesgado y peligroso, pero el que no arriesga no gana-
-Pero tú no vas a ganar nada- contradijo.
-Yo no, pero Rafael va a ganar un papá y eso es lo que más me importa. Si no está listo, dejaré que se vaya-
Mi padre suspiró y cerró los ojos.
-¿Y solo los abandonaras?- dudó.
Negué con la cabeza.
-Hay comida en el refrigerador y leche, hay que dárselo para llevar y dejemos que hagan su día-
-Bien- aceptó -Pero si algo le pasa a mi nieto, te juro que duermes en el jardín-
Reí ante su amenaza.
-No voy a dejar que nada malo le pase-
Mi padre se acercó al refrigerador y comenzó a guardar la comida para dársela. Salí de la cocina y me acerqué a ellos.
-Mi padre saldrá a ayudar a un amigo y yo necesito ir al trabajo, necesito que te quedes con él y lo cuides- dije firmemente.
-Pero yo no sé ser padre- contestó a la defensiva.
-Nadie nace sabiendo ser padre. Yo no supe ser madre, y aun sigo aprendiendo, pero hago el mejor intento, ¿tú lo harás o busco a alguien más?-
Si decía que no, le restaría como 1000 puntos.
Alexander suspiró derrotado.
-Lo haré, solo dime que hacer y cómo hacerlo-
Sonreí.
Si Alexander quería estar cerca de Rafael, tenía que entender que esto era más que solo verlo sonreír y jugar.
-¿Entonces solo tengo que mecerlo lentamente?- preguntó Alexander mientras guardábamos todo en su camioneta.
-Si, pero no muy rápido, porque si no pensara que están jugando y no se dormirá- respondí.
-Pero no muy lento, porque si no comenzará a llorar de sueño- apuntó mi padre.
Él asintió intentando captar toda la información que le acabábamos de dar.
Pasamos la ultima hora preparándolo para cuidar todo el día a Rafael, le dimos consejos y como hacer cada cosa. Mi hijo era un niño muy tranquilo y obediente, mientras lo cuidaras bien y supieras que hacer a cada una de sus demandas. Igualmente, le dimos comida, leche y todo lo necesario para sobrevivir un día.
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Siempre Contigo #3
RomanceElena y Alexander amaron, lloraron y aprendieron. Ahora tendrán que decidir que es lo que quieren para sus vidas, pues ya no eran lo mismo. Nuevamente son ellos contra sus sentimientos y sus nuevos fantasmas. Las historias de amor no siempre t...