Capítulo VI

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Iniciaba un día cómo cualquier otro en el templo jedi de Coruscant. Maestros, aprendices y padawans recorrían los largos pasillos, dirigiéndose cada quien a sus respectivas actividades. Para esta hora, las habitaciones se encontraban vacías, a excepción de una.

La padawan Offee, se encontraba aún en sus aposentos, recostada en su cama, con una pluma en su mano y un pequeño cuaderno frente a ella. En este acostumbraba llevar una "bitácora", como solía decirle, de todas sus aventuras y pensamientos. No le gustaba usar una datapad por lo incómodas que le llegaban a resultar y porque prefería escribir sus pensamientos más personales y profundos con su propia letra. Eran ya varios años los que llevaba haciendo eso cada mañana libre que encontraba, incluso solía usar parte de su tiempo para el desayuno. Lo consideraba la única forma en la que podía sacar todo sin ser juzgada por alguien más.

"... Quisiera poder decirle lo que siento. Poder contarle lo mucho que la aprecio. Mostrarle cómo mi corazón palpita cuando la veo, o me ve. Pero me es imposible, no quiero que se sienta incómoda y mucho menos obligarla a qué sienta lo mismo. Esto me mata por dentro, lo sé. Cada minuto del día que pienso en que nada pasará entre nosotras, es como recibir un disparo en la espalda de mis propios sentimientos. ¿Cuándo voy a entender que nadie va a amarme? ¿Por qué a pesar de saber que una jedi no puede enamorarse, sigo pensando en esto? Ni siquiera puedo hablarlo con alguien, sólo me tengo a mi."

En ese instante, una lágrima recorrió la mejilla de Barriss, cayendo finalmente a la hoja en la que escribía, lo cual hizo parar la actividad que realizaba. Talló sus ojos y se quedó inmóvil por unos segundos.

- ¡No puede ser! ¿Cómo es que se me ha olvidado? - Cerró su libreta, se levantó con ella en su mano y la depositó en un cajón que tenía a unos pasos. Posteriormente salió corriendo de la habitación.

•••

En alguna otra parte del templo se encontraba Anakin Skywalker reparando su nave junto a su fiel astromecánico y su padawan.

- ¿Qué demonios has hecho con esta nave? - preguntó Ahsoka.

- Lo que se hace con las naves, supongo - bromeó.

- ja, ja, ja. Lo siento, me rindo. Iré a comer algo, ¿vienes?

- ¿Tan rápido dejas la batalla? - dijo entre risas -. Te alcanzaré en un momento, quiero terminar este asunto antes.

Ahsoka salió de aquel lugar, dejando atrás a su maestro y a R2D2.

- Creo que ya casi queda. R2, ¿puedes venir a checar esto? - dijo y el astromecánico sólo bipeo para proseguir con su trabajo.

Desde que Ahsoka había regresado de su misión en Mandalore y después de aquella aventura con el joven Bonteri, Anakin no dejaba de notarla extraña, con poca concentración y, aunque su padawan intentara ser carismática, él podía notar cierta seriedad poco común en ella.

- Última no siento que sea ella misma - comentó.

R2 bipeo nuevamente

- ¿Lux? ¿En serio crees que su estado de ánimo ha bajado por ese niño? - Parecía molesto -. Creí que era por Offee, ella también ha estado rara - agregó y su pequeño amigo azul le respondió.

- ¿A qué te refieres con eso? - Gritó

R2 dejó de hacer su trabajo y comenzó a avanzar hacia la puerta tratando de evitar la pregunta que Skywalker le había hecho.

- ¡Oye! No puedes iniciar un tema y dejarlo a medias. ¡Vuelve aquí! - dijo mientras perseguía al astromecánico.

Anakin logró alcanzar a R2D2, interponiéndose entre éste y la salida.

PARADISE: APPEARS Where stories live. Discover now