Trans-ferido

5

——¡Jungkook, hazme caso! —gritó Min-ho por segunda vez a su amigo que sacaba y metía libros al azar de su casillero, totalmente sumido en cualquier otro mundo.

——¿Por qué gritas tanto? —Por fin había vuelto al mundo real.

——Ya es hora de ir a clases y tú no te apuras —se quejó.

——Lo siento, estaba pensando en otra cosa. —Revisó que tuviera dentro de la mochila el libro de historia natural para su siguiente clase y cerró el casillero.

——Kim Taehyung te trae mal, Jungkook —se burló de él al saber quién inundaba los pensamientos de su amigo.

——Kim Taehyung —repitió mientras entraba de nuevo en otro mundo, recordó lo que había visto la noche anterior

Y cuando entró al salón de clases a pasos lentos y levantó la mirada, pudo ver al chico en el que había estado pensando todo ese tiempo.

Estaba sentado en el mismo lugar de siempre, con su ropa grande y mirada fija en el libro de historia.

Tal vez se veía como un pervertido al estar viendo justo a la parte del pecho del contrario.

——¿Qué tanto le ves? Vamos a sentarnos de una buena vez —reclamó Minho cuando ya llevaba mucho tiempo mirando al otro chico.

Jungkook ni siquiera se estaba concentrando en la clase, ni siquiera le dió los buenos días como siempre a Taehyung a la hora de llegar.

Durante el descanso, buscó a la hermana de Taehyung por todas partes hasta que le encontró en la fila de la cafetería.

No le importaron los reclamos de la chica, simplemente tiró de su brazo hasta que pudieron estar en uno de los pasillos que casi nadie transitaba a esas horas.

——¡Necesito comer! ¿Sabes? —reclamó.

——Ya sé lo de tu hermano —al decir la última palabra se quedó pensando si esa era la manera correcta de decirle—. ¿Hermana?

Los ojos de la chica se abrieron más de lo normal y quiso darle una patada al contrario, pero supuso que no era lo más adecuado, aunque se lo merecía.

——Es mi hermano, no mi hermana. Si no estás de acuerdo con lo que es, entonces no te acerques a el más —solo dijo eso con un tono de voz más grave. Estaba dispuesta a irse pero la detuvo.

——Yo nunca dije eso.  Es solo que... Me sorprendió ver sus... Ya sabes.

——Solo no se lo digas a nadie. Nos transfirieron porque Taehyung quería ser visto como lo que era realmente, un chico.

——No se lo diré a nadie —aseguró—. Solo estoy sorprendido, no quiere decir que me haya dejado de gustar.

——¿Es enserio?

——Me enamoré de él, no de sus genitales.

——Más te vale. Ahora vamos a comer. Taehyung ha estado hablando de ti como loco desde ayer. Y quiero decirte que le dolió que no lo hayas saludado hoy en la mañana.

——Lo siento.

——No más plática, quiero comer y cuando tengo hambre mi cerebro no funciona bien.

Ese día Jungkook se sentó en la misma mesa que los hermanos, y los días que siguieron también fue así. Aunque tuviera un par de reclamos de sus amigos porque los había abandonado por un chico lindo.

Pasaron tres meses más, Taehyung ya no tenía la necesidad de esconderse de Jungkook cada vez que lo veía, ya tampoco tartamudeaba.

Pero había algo, todavía no permitía ni un poco de contacto. Ni siquiera un apretón de manos, el más simple toque era suficiente para que se pusiera nervioso y alerta.

Así que fue una sorpresa cuando un miércoles, al término de clases, Jungkook le pidió que fueran algo más que amigos.

Taehyung, sin darle lugar al hecho de que tenía que esperar a su hermana para volver a casa, escapó del lugar, con el corazón latiendo a mil por hora.

——¿Dónde está Taehyung? —preguntó la chica confundida a Jungkook, se supone que ya había salido desde hace unos minutos de clases y la estaba esperando.

——Ya se fue —respondió con la mirada sobre el mismo camino que tomó el chico para huir.

——¿Qué? ¿Por qué no me esperó?

Ambos se fueron por un camino diferente, pues la chica iba de regreso a casa y Jungkook tenía que ir a un entrenamiento del equipo de básquetbol.

Cuando su hermana llegó a casa, rápidamente Taehyung abrió la puerta y la jaló hacia el interior, sin darle tiempo de reclamar por el hecho de que la había dejado atrás.

——Jungkook me pidió que fuera su novio —confesó de la nada mientras tomaba con fuerza los hombros de su hermana.

Ella ni siquiera se quejó por el hecho de que el agarre era demasiado fuerte, lo único que había en su rostro era sorpresa.

——¿Cómo dices que dijiste?

{...}

——¿Cómo dices que dijiste? —escupió el agua por la sorpresa.

——¿Te confesaste a Kim Taehyung? —Minho incluso se había levantado del suelo, aunque estaba exhausto después del entrenamiento.

——¿Y qué te dijo? —preguntó Hyungjin mientras limpiaba los restos de agua que habían quedado en su mentón.

——Salió corriendo.

Ante tal respuesta tanto Min-ho y Hyungjin se echaron a reír escandalosamente, no importaba que los demás miembros del equipo que todavía seguían ahí los vieran como si estuvieran locos.

Y Jungkook rezó para que en los siguientes días, Taehyung no se escondiera de el.

Gracias por si apoyo. Nos leemos pronto.