Trans-ferido

7. Siempre lo supe

——Taehyung, eres mi hermano y te aprecio mucho. Pero me veo en la necesidad de decir que eres tarado —dijo a su hermano una vez terminó de escuchar la historia de como Jungkook le había pedido se su novio.

——¿Qué se supone que debí hacer entonces?

——Pues decirle que si, algo como: Si a todo, menos al divorcio.

——Pero tu n estás entendiendo ms razones —protestó.

——Estoy segura de que a Jungkook no le importará eso —aseguró tratando de hacerlo entrar en razón—. Jungkook no es una persona que se fije mucho en el físico.

——Pues no creo que eso aplique cuando tienes dos pares de tetas del tamaño de naranjas y una vagina en lugar de un pene —dijo con frustración.

——No hacía falta que me recordaras que tienes pechos más grandes que los míos —trató de aligerar el ambiente y Taehyung, de no haber estado histérico, se habría reído—. De cualquier forma, no creo que sea pertinente seguir huyendo. Deberías decirle la verdad, tal vez te llleves una sorpresa y no sea tan malo como piensas que será.

——Tengo miedo.

——Y está bien si es así, pero no puedes perder una oportunidad como esta.

——¿Y qué pasa si le cuenta a los demás?

——Jungkook no haría eso, sin importar que, es una buena persona y un muy buen amigo. Y si se atreve a decir una sola palabra iré e inventaré algún chisme sobre él también, no creo que sea tan difícil —propuso con una sonrisa inocente en el rostro, esta vez si que hbía logrado hacer reír a su hermano.

Ya estaba decidido. Al día siguiente le contaría a Jungkook sobre aquello que le daba tanto miedo decir, no retrocedería sin importar que.

Podríamos imaginar que Taehyung llevaría a Jungkook a un lugar tranquilo para hablar, de preferencia fuera de la escuela, que hablaría de otras cosas antes de ir al grano y seguro estaría demasiado nervioso para que su voz saliera de manera fluida. Y Taehyung también lo había imaginado de esa forma, era eso lo que se esperaba de Kim Taehyung, pero fue todo lo contrario y todo gracias a una chica.

Taehyung estaba por llegar a su aula de clases, pero mientras iba por el pasillo, a escasos metros de su destino, vió a dos personas en la entrada del salón de clases.

Uno era Jungkook, que estaba contra la pared y la otra era una chica que estaba demasiado cerca de él.

Se notaba que Jungkook no quería estar en esa situación, pero aún así no hacía nada para evitarla. Y si Jungkook no haría algo para evitar que la chica siguiera acercándose, Taehyung sacaría su lado atrevido, ese que compartía con su hermana pero en su caso estaba demasiado escondido.

Fue hacia ellos y le dió un empujón a la chica en ambos hombros, logrando que se alejara. Igualmente tomó la mano de Jungkook y, sin importar sus quejas y preguntas, lo alejó del lugar.

——Tae, tenemos que ir a clases —dijo una vez se detuvieron.

——Esto es más importante. —Entonces hizo algo que ninguno de los dos se esperaba, se inclinó un poco para tomar la mano del contrario y la llevó justamente a uno de sus pechos.

Jungkook nervioso y algo asustado por la repentina acción y Taehyung con un aire tranquilo e indiferente.

——Mi cuerpo no es el de un chico —confesó luego de soltar mano de Jungkook—. Debajo de toda esta ropa, soy algo muy diferente a lo que otros puedan imaginar. Pero aún me siento como un chico, sin importar cuántas veces me mire al espejo, sigo viéndome como una chica y lo detesto.

——Tae yo...

——Déjame terminar. Si tú me aceptas, entonces yo también lo haré, aceptaré ser tu novio, siempre y cuando después de esto que acabo de decir, yo aún te siga gustando —su voz se fuera haciendo más baja y sus nervios también regresaron.

Pasó un tiempo en el cual ninguno de los dos se atrevió a decir algo más, después de eso Taehyung habló de nuevo.

——Si ya no te gusto puedo entenderlo, no me molesta que...

——Ya lo sabía —lo interrumpió antes de que siguiera sacando conclusiones por si cuenta—. Lo supe hace mucho, admito que estaba confundido al principio, pero en realidad no me desagradaba —se recargó sobre la pared que tenía detrás y miró hacia arriba—. Con pechos o sin pechos, con bolas o sin ellas —soltó una risa nasal en cuanto dijo aquello—, sigues siendo Kim Taehyung —lo miró por fin—, me sigues gustando. Solo porque eres tú. Y si crees que el hecho de que... —no pudo terminar su reclamo, pues el contrario ya había tomado el cuello de su playera y tirado de el para tenerlo más cerca y chocar sus labios.

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